Conchita y Vivi, medalla segura
El doble español elimina a las japonesas Asagoa y Sugiyama y luchará por el peldaño más alto del podio con las chinas Ting Li y Tian Tian Sun
"¡Mi tercera medalla!", exclamó Conchita Martínez; "y compartida con Vivi. Es un sueño". Lo habían estado hablando muchos meses antes y las dos se habían propuesto llegar a Atenas a punto para conseguir este objetivo. Ambas habían roto incluso sus dobles habituales para poder disputar algún torneo antes de afrontar los Juegos. Se lo habían planteado muy en serio. Sabían que tenían posibilidades porque son buenas doblistas. Y no fallaron. "Es algo que imaginas desde pequeña, pero que piensas que nunca va a realizarse", comentó Virginia Ruano en la misma pista. Le costaba articular las palabras. Era la primera vez que aspiraba a una medalla olímpica y no podía contener las lágrimas. "Ahora ya tengo una", exclamó.
Desde 1988, el tenis nacional ha logrado ocho medallas, pero ninguna de oro
Su medalla está asegurada. Tal vez no es la más brillante, la que muchos esperaban ver colgada en el cuello de Carlos Moyà o en el de Juan Carlos Ferrero, pero, al fin y al cabo, es una medalla y, como todas, no ha sido nada fácil de ganar. Conchita y Vivi cumplieron los pronósticos y se clasificaron para la final. Lo hicieron con una victoria contundente por 6-3 y 6-0 sobre las japonesas Shinobu Asagoe y Ai Sugiyama. Mañana lucharán por la medalla de oro contra las sorprendentes chinas Ting Li y Tian Tian Sun, que eliminaron en la otra semifinal a las argentinas Patricia Tarabini y Paola Suárez por 9-7 en la tercera manga.
"Es lo más emotivo que he vivido en mi vida", comentó Ruano, que lleva seis títulos del Grand Slam junto a Suárez y uno de dobles mixtos. "Cuando pegamos las últimas bolas, ya me costaba controlarme", agregó la madrileña. Sin embargo, confesó que estaba pendiente del marcador simultáneo para comprobar qué le estaba ocurriendo a su compañera habitual de dobles, Suárez. "Tuve que dejar de mirar, porque me ponía nerviosa", dijo. "No podremos compartir el oro y la plata con ella", advirtió Ruano, que, a sus 30 años, alcanza por primera vez el sueño de colgarse una medalla olímpica: "Paola y yo habíamos hablado de ello con anterioridad. Queríamos incluso partirlas y convertirlas en mitad oro y mitad plata. Pero ahora eso ya no será posible. Puede que Suárez obtenga la de bronce. Es la única oportunidad que le queda".
Desde que el tenis volvió a ser olímpico, en 1988, en la cita de Seúl, España ha alcanzado ocho medallas: cinco de plata y tres de bronce, repartidas entre individuales y dobles. Sin embargo, el oro sigue manteniéndose como la asignatura pendiente. Conchita Martínez guarda enmarcadas en su casa las de plata y bronce conquistadas en Barcelona 92 y Atlanta 96 junto a Arantxa Sánchez Vicario. Pero la que ayer se aseguró tiene un sentido especial para ella. "Quería lograrla con Vivi. Y lo hemos conseguido", dijo.
Sin embargo, saben que la final contra las chinas no será fácil. "Sí, son desconocidas, pero hemos jugado contra ellas y sabemos que pegan muy buenos golpes de fondo, que una de las dos saca muy bien y muy fuerte y que la otra se mueve muy bien en la red y es muy hábil". Vivi se enfrentó este año a ellas en Australia y Conchita en Dubai: "En ambos casos las ganamos con dificultades. No va a ser sencillo. Deberemos estar muy concentradas".
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