"El toro pesa, pero me anima ver a los niños felices"

Óscar Broz (Bilbao, 1972), gruísta, lleva el toro de fuego, que este año está a cargo de la comparsa Irrintzi. Sale todos los días de fiestas a las 20.30 desde la plaza Arriaga.

Pregunta. ¿Cuánto pesa el toro?

Respuesta. Unas veces pesa más y otras menos, según el día [ríe]. También depende el toro que te toque. Hay algunos que son de metal y pesan más, pero el que llevo estas fiestas es de cartón y pesa menos. Cuando estoy corriendo no me entero ni de que pesa, pero cuando me enfrío estoy muy cansado y lo único que que necesito es sentarme y tomar una coca-cola.

P. ¿Cuándo y cómo empezó a llevarlo?

R. Empecé hace muchos años, desde que era pequeño. Un amigo era el encargado, pero el hombre ya no podía y yo me apliqué y ahora me comprometo por la gente que le gusta que lo lleve yo.

P. ¿Y qué es lo que más le gusta?

R. Que es muy divertido y sólo ver la cara de felicidad de los niños me levanta el ánimo. Además hago un poco de gimnasio [bromea].

P. ¿Qué reacciones muestras el público?

R. Hay a quien le gusta cuando se ve en medio y hay quien se aleja corriendo en cuanto lo ve, pero la mayoría se junta, se me ponen en frente y participan.

P. ¿Tiene miedo a quemarse?

R. Ya me quemé la espalda una vez hace como tres años, pero eso no va a ser siempre. Fue una cosa que me salió mal, pero hay 40.000 que me han salido bien. Voy aprendiendo llevándolo.

P. ¿Lo más gracioso que le ha ocurrido?

R. Un chiquillo se me puso en los pies cuando iba corriendo y tuve que saltar con el toro y todo. La verdad, no sabía que se podía saltar tanto con ese peso. Casi me lo llevo [carcajadas].

P. ¿Cuál es su técnica?

R. Ir a por los que están alrededor para que participen más. Jugar para que la gente se anime. Tratar de que todos se integren.