Vía libre para España
El equipo de Argilés supera a Islandia después de frenar a Stefansson con una defensa mixta
El problema tenía nombre y apellidos: Olafur Stefansson. No es un desconocido. Fue uno de los jugadores más brillantes en el pasado Campeonato de Europa, en Eslovenia, y juega esta temporada con el Ciudad Real en la Liga española. Por tanto, cuando César Argilés planteó cómo afrontar a Islandia, Stefanson estuvo constantemente en su cabeza. Y esta circunstancia resultó crucial para el desarrollo y el desenlace de un encuentro en el que España sufrió hasta la segunda parte, cuando el seleccionador decidió hacer un marcaje mixto a la estrella de Islandia.
Hasta entonces el partido se había mantenido muy equilibrado en el marcador, con diferencias mínimas, aunque siempre favorables a España. Pero a partir del momento en que O'Callaghan asumió la posición de defensa adelantado haciendo una mixta a Stefansson todo se desequilibró. "Ha sido un acierto", confesó el jugador del Barça; "defender con un adelantado les ha roto todos los esquemas porque no sólo les anulamos a su principal lanzador, sino que les cortamos las líneas habituales de pase".
ISLANDIA 23 - ESPAÑA 31
Islandia: Hrafnkerlsson, Jonsson (5), S. Sigurdsson (2), G. Sigurdsson, Stefansson (6), Sigtryggsson y García (2). D. Sigurdsson (4), Gudjonsson (3), Gunnarsson (1p) y Hallgrimsson.
España: Hombrados, Entrerríos, Belaustegui (4), Duishebáev (5), Hernández (2), Pérez (3) y Juan García (3,1p). O'Callaghan (3), Romero (5), Ortega (3, 2p), Lozano, Colón (1) y Uríos (2).
Marcador: 0-3, 4-5, 5-6, 6-8, 9-10, 12-13, 13-16, 16-16, 18-19, 19-22, 21-25 y 23-31.
Árbitros: Buy y Bord. Excluyeron a S. Sigurrdsson (2), Steffasson, Entrerríos, Lozano y Uríos.
La decisión de Argilés llegó cuando los islandeses, que fueron séptimos en el Mundial de Portugal 2003, habían conseguido empatar como consecuencia de un par de errores en el lanzamiento de los españoles: 19-19. A partir de ahí se combinaron muchas cosas. No sólo la defensa mixta, sino también el hecho de que España pareció, por fin, encontrar el equilibrio en sus líneas y mantener el orden cuando la presión comenzaba a sentirse. Toda la reacción, sin embargo, se asentó en dos circunstancias muy concretas: una buena defensa y la excelente actuación de Hombrados en la portería.
Consolidada esta línea, el ataque pudo marcar diferencias porque los islandeses comenzaron a perder balones en sus circulaciones y el equipo español encontró el camino del contraataque. Sus esquemas parecían más claros esta vez que en el primer partido ante Corea del Sur. Cada jugador tenía una misión clara y concreta. Y el conjunto apareció mucho más ordenado.
La victoria frente a Islandia fue un paso muy importante con vistas a la clasificación para los cuartos de final. "Para nuestra ilusión y moral, es un triunfo genial", dijo O'Callaghan; "nos dará confianza para afrontar los partidos más difíciles, que comenzarán el miércoles". Rusia, que ayer perdió sorprendentemente frente a Corea por un concluyente 35-32 -los españoles ganaron a los coreanos en el debú por un solo gol de diferencia-, será el primero de ellos. "La derrota de los rusos no es un buen resultado para nosotros", exclamó Duishebáev; "ahora no les queda otro remedio que jugar a muerte contra nosotros. Se lo juegan todo en cada partido".
"Contra los coreanos dejamos migas en el camino para que el rival supiera por donde seguirnos", resumió Argilés; "frente a los islandeses hemos hecho todo lo contrario. Hemos estado muy bien en la defensa, con un gran sentido de la anticipación y con buenas salidas al contraataque. Pero en cualquier momento puede llegar un traspié y entonces empezarán las dudas".
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