_
_
_
_
_

La recuperación del fuel del 'Prestige' acabará en septiembre

"Estamos sorprendidos de lo bien que ha salido", dice Repsol

Carlos E. Cué

La compleja operación para recuperar las más de 13.000 toneladas de fuel que aún quedan dentro del Prestige marcha "como la seda", según su máximo responsable, Miguel Ángel Remón, vicepresidente de Exploración y Producción de Repsol YPF. Ya se han sacado 9.400 toneladas. A ese ritmo, los trabajos concluirán a mediados de septiembre, un mes antes de lo previsto.

"Estamos muy sorprendidos de lo bien que ha salido todo. Esperábamos algún problema más. Es difícil para un ingeniero decir que le sorprende que todo salga según lo que ha calculado, pero es cierto", explica Remón, claramente satisfecho.

Cuando concluya esta operación habrán pasado casi dos años desde que se hundió el barco, a 3.600 metros de profundidad. Desde entonces, ingenieros de varios países han trabajado miles de horas para averiguar cómo sacar el petróleo a la superficie, algo que no se había ni siquiera intentado en ningún otro lugar. Se han hecho todo tipo de proyecciones y modelos, pero al final funcionó el sistema del ensayo y error.

Después de varios meses diseñando las bolsas para extraer el chapapote, la única vez que se probó ese sistema sobre el Prestige, hace un año, se rompió la bolsa al subirla al barco. Por eso se cambió por completo el concepto. "Nos dimos cuenta que para las bolsas flexibles necesitábamos un mar perfecto. Y eso no siempre es posible en esta zona [a unos 200 kilómetros de la costa]. Pero no fue mayor problema, siempre tenemos una idea y una alternativa por si acaso. Diseñamos una lanzaderas rígidas".

También había una alternativa por si fallaba este tipo de extracción: tapar el pecio con una marquesina, que iría recogiendo el fuel poco a poco. "Por suerte, no hará falta", explica Remón. "Era más cara y más lenta. Este año sólo habríamos podido proyectarla. Todo es muy complejo, no sólo por la profundidad, sino también por la zona. El tiempo allí sólo permite trabajar en verano, 90 días. Hay que hacerlo todo muy rápido".

Todas las técnicas han sido innovadoras. Cuando se rompió la bolsa al subirla al barco, decidieron que era demasiado complicado, y había que succionar el petróleo desde la lanzadera antes de llegar a la superficie. "Es lo que mejor ha funcionado. Ha sido espectacular. Nos inspiramos en la extracción de petróleo en el Orinoco, en Venezuela. Cuando la lanzadera está a unos metros de la superficie, un robot la conecta al petrolero. El fuel no roza las paredes del tubo. Hemos creado un anillo de agua caliente y el fuel fluye en medio, sin pegarse a las paredes a pesar de lo viscoso que es".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El coste también estará dentro de lo previsto. Alrededor de 100 millones de euros que pagará el Gobierno. Repsol pone gratis a 25 técnicos. El resto, hasta 500 personas, los paga el Estado. El fuel recuperado, cuando se venda, cubrirá alrededor del 1% de este coste.

En octubre los técnicos bajarán hasta el pecio para colocar las bacterias que se comerán las 1.000 toneladas que no se pueden sacar. Y se acabó lo que los científicos definieron como una "bomba de relojería". Remón no opina sobre la oportunidad de alejar el barco cuando se averió, pero reconoce lo obvio: "Es evidente que esa decisión de alejarlo ha hecho que tengamos que trabajar en la peor de las condiciones posibles".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_