Acumulación de pérdidas

Los mercados de valores de todo el mundo se han movido en sentido inverso al del precio del petróleo y, mientras que el crudo alcanzaba máximos históricos, los índices de las bolsas han caído hasta mínimos anuales. El volumen negociado desciende y el Ibex 35 acumula una pérdida anual del 2,05%.

La situación en los mercados de valores de todo el mundo gira en torno a la evolución del precio del petróleo y sus consecuencias inmediatas y futuras sobre la economía. En este sentido, las lecciones que pueden extraerse de la respuesta de los inversores son extremadamente negativas, pues las bolsas se han movido casi automáticamente en sentido inverso al de los precios del petróleo y así, mientras que el crudo alcanzaba máximos históricos en Europa y Estados Unidos, los índices de las bolsas caían hasta los valores mínimos anuales.

En la Bolsa española se han marcado en esta semana tres mínimos anuales que han alternado con un par de movimientos de rebote de las cotizaciones. El Ibex 35 acumula en la semana un descenso del 1,34% y en el conjunto del ejercicio ya pierde el 2,05%, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid baja en la semana el 1,21% y en el año registra un descenso del 0,44%, lo que supone que el mayor desgaste en esta crisis queda principalmente a cargo de los grandes valores del mercado.

Aunque la escalada del precio del petróleo, con más de 43 dólares por barril en Europa y más de 46 en Estados Unidos, ha acaparado toda la atención de inversores y analistas, a lo largo de la semana se han producido otras noticias que, en conjunto, han servido para acelerar el proceso vendedor en los mercados de valores.

La subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, aunque llegó acompañada de un informe optimista sobre la coyuntura económica estadounidense, no ha sido bien recibida en los mercados al coincidir con una serie de datos que indican que la economía, en realidad, no pasa por sus mejores momentos y el precio del petróleo difícilmente ayudará a resolver los problemas. El descenso en la productividad laboral en el segundo trimestre llegó acompañado por los malos resultados de empresas como Cisco Systems y Hewlett Packard, que además anunciaron que esperan nuevos descensos para el tercer trimestre. La confianza de los consumidores decrece y el déficit comercial aumenta, mientras que sólo las ventas minoristas en julio han apuntado al alza.

Tampoco en Europa las cosas van mejor, ya que desde el BCE han advertido sobre las consecuencias para el crecimiento de las subidas del precio del petróleo.

La respuesta de los inversores se ha centrado en la venta de sus acciones, aunque al entrar los índices en pérdidas el proceso ha perdido fuerza, lo que parece indicar que, una vez más, los inversores serán pacientes.