Un largo proceso que obliga a cambiar la ley del parque regional

La instalación de una central térmica de ciclo combinado requiere un largo proceso en el que están implicadas las tres administraciones, según fuentes municipales. Las empresas que están tras el proyecto de la nueva planta han presentado hace unos días, en el Ministerio de Medio Ambiente, la correspondiente memoria-resumen del mismo, lo que supone el primer paso para obtener la declaración de impacto ambiental.

Es el primer paso, pero ya demuestra la clara voluntad de construir esta instalación. El departamento de la ministra Narbona está obligado a abrir un periodo de alegaciones, al que presumiblemente acudirán todos los afectados: el Ayuntamiento de Madrid, los consistorios limítrofes, el Gobierno regional, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Confederación Hidrográfica del Tajo, los ecologistas, los sindicatos... Tras estudiar estos escritos, Medio Ambiente dictaminará a favor o en contra. Si es esta última opción, los interesados podrán recurrir ante el ministerio y, en última instancia, ante los tribunales.

Si recibe el visto bueno de Medio Ambiente, el proyecto tendría que superar un nuevo escollo: el solar sobre el que sería edificada la central se halla dentro del Parque Regional del Sureste, un espacio de goza de especial protección. Eso obligaría a que el Gobierno regional modificase la vigente Ley del Parque Regional del Sureste, de forma que el suelo pase de tener la actual calificación E (no urbanizable y de especial protección) a G (de uso industrial).

La presidenta del Ejecutivo autonómico, Esperanza Aguirre, del PP, tendría que aprobar este cambio legislativo en la Asamblea, donde cuenta con mayoría absoluta. Pero previsiblemente debería afrontar las críticas de PSOE, IU y los grupos ecologistas.

Plan General de Madrid

Pero ese cambio de uso requiere además una modificación del Plan General de Ordenación Urbana de la capital, es decir, del documento que rige el urbanismo, por lo que el Ayuntamiento tendría su opción para poder retrasar, o incluso frenar, la nueva central térmica.

Fuentes municipales hacen hincapié en que la contaminación en Madrid ya resulta muy alta -sobre todo, en lo referente a los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión- por lo que se muestran en contra del proyecto.

Los promotores de la central térmica señalan que ésta garantizará el suministro eléctrico para Madrid. Pero un experto municipal replica: "Dicen que Madrid no es autosuficiente en energía y que la que se produzca en esta central suministrará a la capital. Falso. La electricidad que se genera en cualquier punto del país es introducida en la Red Eléctrica Española y puede ser consumida en cualquier punto del territorio. Nadie controla su destino".