El ruido de las fiestas en Argumosa

Me siento apenado. Tanto trabajo realizado por el concejal de Centro para organizar las fiestas de Lavapiés este año y no va a disfrutar de ellas. Temo que el concejal estará en estos momentos en algún lugar respirando aire puro, mientras los vecinos de la calle de Argumosa cerramos a cal y canto nuestros balcones y ventanas para que no entre el humo y los olores producidos por las casetas situadas en la calle.

A lo mejor el señor concejal no encuentra un chiringuito en el que tomarse una caña, cuando aquí, situados entre los números 9 y 31 de la calle, gozamos ahora mismo de 14 terrazas (algunas sin licencia de funcionamiento, por cierto) y 11 casetas: de comida, de bebida, tómbolas, bingos, de IU, del PSOE... de todo.

Quizá el señor concejal a estas horas (la una y media de la madrugada) sólo pueda oír, de fondo, el rumor de las olas, mientras que yo me he tenido que levantar de la cama a escribir esta carta de lo animado que me encuentro escuchando música bacalao que retumba en toda mi casa... Y además podemos disfrutar de todas estas maravillas durante diez días, y sus correspondientes noches, hasta las tantas de la madrugada. ¡¡¡Es estupendo!!! Fíjense ustedes que la única fiesta que puede tener relación con la calle de Argumosa es la de San Lorenzo, a celebrar el próximo día 10; pero el señor concejal, amablemente, deja que las casetas estén aquí desde el miércoles anterior para que celebremos también San Cayetano... ¡y hasta el día 12! Y él sin poder disfrutarlo...

¡Menos mal que este año no he podido irme de vacaciones en esta época! ¡Si me llego a perder este fiestorro...! Yo animo al señor concejal de Centro a que el año que viene se venga para acá. Le invito, con mucho gusto, a pasar en mi casa las que seguro serán unas veladas inolvidables.

Mis más expresivas gracias al Ayuntamiento de Madrid y a su concejal de Centro por la profunda preocupación que demuestran por el bienestar de sus vecinos.