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Crónica Internacional | EL LIBRO DE LA SEMANA

Una visita al mundo de Dürrenmatt

Mario Botta ha integrado la que fuera la casa de Friedrich Dürrenmatt desde 1952 hasta su muerte en 1990 en el centro dedicado a su memoria. Este espacio forma parte de la Biblioteca Nacional suiza y tiene por objetivo reunir, conservar y difundir su obra gráfica (litografías, óleos y collages) además de guardar la biblioteca personal de Dürrenmatt, con más de 4.000 volúmenes.

En su testamento, Dürrenmatt pidió la creación de un centro destinado a preservar y promover su obra. Su segunda mujer, Charlotte Kerr, cumplió su voluntad en 1991 con el apoyo financiero de la Confederación Suiza y del Cantón de Neuchatêl. Después, Botta, admirador de Dürrenmatt, se sumó al proyecto. Tras haber realizado obras como el Museo de Arte Moderno de San Francisco, la catedral de Evry o la Banca de Lugano, el arquitecto unió su genio al de "una de las figuras más lúcidas que hayan vivido en el siglo XX".

La intervención consistió en la construcción de una torre de cuatro niveles que llevan al visitante desde la planta principal, donde está la que fuera la casa del autor, hasta el espacio central, que sirve para exponer las pinturas del artista. Botta rehúsa construir un museo, un espacio neutro, y prefiere ser agresivo, como el escritor. El arquitecto estima que la parte dedicada a la exposición de sus telas debe "ser oscura, subterránea y sombría, pero con un suficiente contacto con el exterior que permita una iluminación suficiente". Así crea "el vientre", espacio central del museo que se utiliza también para actuaciones musicales. Una de las características consiste en una serie de conciertos, generalmente improvisados, de música contemporánea y de vanguardia en los que músicos de todo el mundo son invitados a pasar una semana en la casa de Dürrenmatt.

El mezzanine, en el tercer nivel, se utiliza para eventos más reducidos (debates, conferencias, el montaje de obras de teatro y la proyección de vídeos sobre la vida y obra del autor). Entre las singularidades está la Capilla Sixtina: un lavabo cuyas paredes han sido pintadas por Dürrenmatt en colores vivos y motivos caricaturescos.

Comenta Janine Perret, directora del espacio, que Dürrenmatt es, junto a Max Frisch, el escritor más importante de la Suiza contemporánea y sus obras de teatro son representadas año tras año en toda Europa, especialmente en Europa del Este. Nacido en Berna en 1921, su padre era pastor de la Iglesia protestante lo cual marcaría más tarde muchos elementos de su obra. Entre sus obras, destacan La visita de la vieja dama, La sospecha, Los físicos o La promesa. Sus dramas combinan cuestionamientos sobre la teoría del conocimiento, las ciencias físicas y naturales y la filosofía de la existencia. Su obra pictórica ha sido fuertemente influida por el expresionismo, así como por Piranesi, Goya y Varlin, pintor suizo y uno de sus mejores amigos.

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