Julia Child, cocinera estadounidense
Julia Child, famosa cocinera durante años en Estados Unidos gracias a su programa de televisión, en donde ponía en práctica sus conocimientos culinarios, ha muerto a los 91 años en su casa de California, según anunció ayer su editor. Child se hizo famosa por convertir las recetas de alta cocina francesa en sencillos platos que se podían realizar en cualquier cocina norteamericana. Desde los años cincuenta intentó contrarrestar, con su sonrisa, buen humor y excelente toque culinario, la tendencia hacia las comidas precocinadas, envasadas, congeladas y estandarizadas que han hecho de los estadounidenses los más gordos del planeta.
Su primer programa en la televisión, que se convirtió en un auténtico éxito, comenzó en el año 1963 con el nombre de El chef francés. Con su batidor metálico y su fino humor, la cocinera acompañaba sus recetas con comentarios sobre las pequeñas equivocaciones que todo el mundo comete a la hora de ponerse ante los fogones.
Julia Child había nacido en 1912 en Pasadena (Estado de California) y durante su infancia, según ella misma contaba, apenas pisó la cocina de su casa. Durante la Segunda Guerra Mundial, Child trabajó como oficinista en la Oficina de Servicios Estratégicos, estando destinada en Washington, Sri Lanka y China. Más tarde, vivió en París con su marido, Paul Child, que trabajaba para la Embajada estadounidense. Según ella misma admitía, apenas sabía cocer agua en un cacharro por aquella época.
En París se apuntó a la escuela de cocina Cordon Bleu, y más tarde tuvo la posibilidad de estudiar con cocineros como Max Bugnard. En 1961 escribió el libro Enseñando el arte de la cocina francesa, que se convirtió en un éxito inmediato en Estados Unidos, un país que hasta entonces conocía poco más que las hamburguesas y los perritos calientes.
Tras la publicación del libro, Child fue contratada para la cadena de televisión PBS, comenzando así sus largos años de éxito cocinando ante las cámaras.
Como ella misma afirmaba, incluso en una época de alimentos preparados y microondas, "cualquier persona con un mínimo de habilidad en sus manos puede ser capaz de realizar magníficos platos franceses".
Durante los últimos años de su vida, coincidiendo con los consejos de las autoridades sanitarias sobre la necesidad de comer de forma más sana y consumir menos carnes rojas y mantequilla, Child acusó a los expertos en salud de "nazis de la nutrición". "Creo que no merece la pena comer todos estos nuevos alimentos light. Mejor comer poca cantidad de algo auténtico, o si no tomar otra cosa distinta. A mí me gustan las hamburguesas de verdad, la carne de verdad, la mantequilla de verdad. Mi consejo es: come de todo y disfruta con ello", aseguraba.
Sin embargo, también se esforzó en tratar de moderar la glotonería: "La moderación y las porciones pequeñas, con una gran variedad, son la mejor receta para el paladar y para la salud".-
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