_
_
_
_
Entrevista:RAFAEL BLANCO | Presidente de la Comisión Nacional Antidopaje | Atenas 2004 | La batalla española contra el dopaje

"Nos llenábamos la boca diciendo que éramos un país inmaculado"

Carlos Arribas

Director general de Deportes y presidente de la Comisión Nacional Antidopaje (CNA) desde mayo pasado, Rafael Blanco (Córdoba, 1958) es el arquitecto del plan de controles preolímpicos que ha mantenido al laboratorio de Madrid trabajando los dos últimos meses a doble turno, sábados y domingos incluidos, y que, con la detección de tres casos positivos (más uno que se encuentra en la fase de contraanálisis) ha desenterrado una realidad poco edificante del deporte español. "Lo que ocurre es el resultado de la nueva filosofía hacia el dopaje del Consejo Superior de Deportes (CSD) y del Gobierno, que ya no se queda sólo en declaración de intenciones. Nuestra lucha comienza con la intensificación de los controles, después tomará medidas el ministerio del Interior y también el de Sanidad, con el control de las farmacias", dice Blanco en conversación telefónica en Atenas.

"La solución no pasa por aumentar los controles, sino por hacerlos más selectivos"
"Entre julio y agosto hemos hecho 700 controles, de los cuales 154 han sido de EPO"

Pregunta. Pero lo más llamativo ha sido la política de controles.

Respuesta. Todos los deportistas con posibilidades de formar parte del equipo olímpico han debido pasar por lo menos dos controles, y en algunas especialidades controles de EPO, que antes apenas se hacían. Por eso, evidentemente, dos de los tres positivos que ha habido

[Jovino González, piragüismo, y Janet Puiggros, bicicleta de montaña] han sido de EPO. Hemos hecho un esfuerzo que creo que ningún país del mundo, exceptuando quizás a Estados Unidos, ha sido capaz de hacer: entre julio y lo que llevamos de agosto se han efectuado más de 700 controles, de los cuales 154 han sido de EPO, con lo que eso cuesta y lo que tarda. Todo ello en el laboratorio de Madrid.

P. Y con los controles han llegado los positivos que provocan una imagen de escándalo...

R. Si aprietas con el número de controles, y con el rigor con que se aplican, y utilizas técnicas nuevas de detección, lógicamente aumentan las posibilidades de positivos. Este rigor tiene dos efectos. Por un lado, sabes que vas a pillar a gente, lo que no es muy agradable. Pero, por otro, tiene un efecto disuasorio, de aviso a navegantes de que por ese camino no se llega muy lejos. Hay que mejorar y aplicar la ley, hay que mostrar que hay que tomarse el dopaje en serio.

P. ¿No temen que ello se vuelva contra la imagen del deporte español?

R. No creo que transmitamos una mala imagen. Al contrario. La situación que se refleja es la que ocupa España en el mundo. No estamos ni mejor ni peor que los países de nuestro entorno. Lo que ocurre es que antes nos habíamos llenado la boca diciendo que éramos un país inmaculado. Y hay que ser realistas, la cruda realidad es que estamos como los demás. Estamos en la media mundial, o por debajo, sólo que hemos tenido casos más llamativos.

P. Sin embargo, países vecinos geográfica y culturalmente, como Francia o Italia, no han tenido positivos previos a los Juegos. ¿Significa que ellos no han hecho el esfuerzo controlador de España?

R. No, no. En todo caso España se está acercando a ellos. Francia, Italia, el Reino Unido llevan más tiempo que España ejerciendo una política más dura, y nosotros nos aproximamos a ellos y en algunos casos los adelantamos, como con el programa de detección de EPO, donde hemos hecho más que nadie.

P. De todas maneras, desde hace ya algunos Juegos o grandes eventos se han llevado a cabo políticas de controles severos.

R. Pero también nos hemos dado cuenta de una cosa: la solución no pasa por aumentar los controles en general sino por hacerlos más selectivos y por sorpresa total, fuera de competición, sin que lo sepan previamente técnicos, médicos, entrenadores o federativos. Antes, prácticamente se anunciaba públicamente cuándo habría control, se citaba a los deportistas para pasarlos o se hacían globalmente aprovechando las concentraciones. Y así era imposible encontrar un positivo. Ahora los hemos hecho sin conocimiento de nadie, lo que a algunas federaciones no les ha resultado cómodo.

P. En la federación de piragüismo se quejan de que los controladores aparecieron por Navia (Asturias), donde estaban concentrados, a las 23.30, y que tuvieron que sacar de la cama a los palistas, que ya estaban siguiendo el horario de los Juegos Olímpicos, y de que sólo se hizo el control cuando aparecieron en la prensa las denuncias de otros palistas.

R. El positivo por EPO de Jovino González, tan claro que hasta renunciaron al contraanálisis, justifica el control sorpresa. Esta política de controles por sorpresa y selectivos se va a incentivar. Nos habíamos fijado como meta llegar a 8.000 controles este año, pero vamos a cambiar. Haremos menos pero más enfocados.

P. ¿Aún pueden producirse positivos en los controles efectuados o ya se han analizado todas las muestras?

R. Aún quedan 10 muestras en proceso de control y hasta que no estén terminadas no podemos decir nada. Las que quedan no es que tengan nada especial, sino que son las últimas que han llegado, y hay que tener en cuenta que un análisis de EPO lleva 15 días.

P. ¿Corresponde alguna a deportistas que ya están en Atenas, con lo que un posible positivo acarrearía más publicidad y escándalo?

R. No lo puedo decir, pero no podemos elegir. Si se anuncia un positivo de algún deportista que esté en Atenas o que haya ya competido no nos debería importar. Serán sancionados igual, aunque, como le dije a la ministra de Cultura, más vale esto, los positivos antes de ir a los Juegos, que un positivo en los Juegos, que tendrían mucha más repercusión.

P. ¿Entre las muestras que quedan están las de los ciclistas, que ya compiten mañana sábado?

R. No, no. Las de los ciclistas ya están analizadas. Además, en las últimas semanas los han asaetado a controles de la Unión Ciclista Internacional.

P. En atletismo se ha producido una polémica con el positivo del saltador Raúl Fernández y la filtración de que un primer análisis de Amaia Piedra, la fondista vizcaína, había sido no negativo por EPO.

R. El tema de Raúl Fernández es un caso cerrado. El contraanálisis ha confirmado el positivo y el asunto está en manos de los comités correspondientes. En el caso de Piedra, no se puede hablar de positivo hasta que no se haya efectuado el contraanálisis, que se hará hoy o mañana, cuando acuerden el laboratorio, la atleta y sus representantes. Mientras tanto, no se puede hablar de positivo.

Rafael Blanco, durante una entrevista.
Rafael Blanco, durante una entrevista.DIARIO AS

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_