Diez momentos que definirán los Juegos
La competición comienza mañana con el majestuoso reto de Phelps y concluirá con la fascinante irrupción de Bekele
LUNES 16
Thorpe contra Phelps en los 200 metros libres
La verdadera grandeza de Michael Phelps no reside en su desafío a las siete medallas de Spitz. Es un reto fascinante, con pocas posibilidades de completarlo con éxito. Más interesante, por lo que significa de gran noticia para el deporte, es su decisión de competir con Ian Thorpe en los 200 metros libres, prueba donde el australiano ha sido intocable desde los Juegos de Sydney. Phelps sabe que su margen de posibilidades frente a Thorpe es muy escaso. Su mejor marca personal (1m,45.99 segundos) está a casi dos segundos del récord del australiano (1m.44,06s). En realidad Phelps no tiene ningún puesto asegurado en el podio. El holandés Pieter Van den Hoogenband y el australiano Grant Hackett también tienen mejores marcas, pero Phelps ofrecerá ese día el mejor regalo a la natación: será la prueba más esperada de todos los tiempos. Y él un campeón que no especula, un campeón que se arriesga en contra de los consejos de su entorno, que no le quieren ver derrotado. "No me importa que no sea favorito. Siempre quise nadar contra Thorpe en su carrera predilecta. Para mí es un privilegio participar en la mejor carrera de la historia".
MIÉRCOLES 18
Los Juegos regresan a Olimpia, y Manolo estará allí
Puede interpretarse como un ejercicio de purificación, más conveniente ahora que nunca. En una época manchada por el veneno del dopaje y también por la adulteración del deporte, convertido en una maquinaria de proporciones colosales, más atenta al dinero que a otra cosa, un deporte sin alma que funciona como cualquier parque temático, en esta época, en fin, conviene recordar los orígenes. Todo nació a 450 kilómetros de Atenas, en los bosques de Olimpia, donde comenzaron a celebrarse los Juegos hace 2.700 años. Hacía allá partirá un pequeño grupo de atletas para disputar la final de lanzamiento de peso. Competirán en el lugar sagrado de Olimpia, después de atravesar el arco sagrado y caminar entre las deterioradas columnas que conducían a los viejos héroes olimpicos a la pista, una simple explanada de tierra en forma de cuadrilátero, de 190 metros de largo, sin gradas a su alrededor. No habrá publicidad, ni puestos de bebidas para los espectadores, que sólo recibirán agua de las fuentes que le rodean. Allí mujeres y hombres disputarán las finales de peso. Uno de ellos será el español Manolo Martínez, al que se le han resistido las grandes finales de verano. Quizá en Olimpia su suerte cambie.
VIERNES 20
Phelps contra Crocker en los 100 mariposa
Un nadador ha surgido para detener a Phelps donde más le duele: en la especialidad de mariposa, la predilecta del fenómeno de Baltimore. Ian Crocker, 21 años, le ha derrotado en los 100 mariposa en los Mundiales de Barcelona y en los recientes trials estadounidenses. En las dos ocasiones ha batido el récord del mundo ante la estupefacción de Phelps, que no encuentra la forma de imponerse a Crocker, más rápido en las salidas y más experto en los giros. La carrera se le queda un poco corta a Phelps, que se encontrará con la prueba llave en su conquista de las siete medallas de oro. No sólo tendrá que ganar a Crocker para conseguir el oro, sino que tendrá que hacerlo para participar en el relevo 4x100 metros estilos, donde Estados Unidos no tiene rival. Los pronósticos dan con favorito a Crocker, un nadador que emigró a Texas desde el destemplado estado de Maine, en la frontera con Canadá. En su estado natal no había una sola piscina de 50 metros.
DOMINGO 22
Mo Greene y Asafa Powell en los 100 metros lisos
Ningún atleta ha repetido victoria olímpica en la final de 100 metros, aunque Carl Lewis ostenta ese honor con un asterisco. Ganó en 1984 y fue segundo en Seúl 88. La descalifación de Ben Johnson por dopaje le permitió obtener el oro. Pero las revelaciones sobre los casos de fraude encubiertos por la Federación Estadounidense de Atletismo ponen esa medalla bajo sospecha. Maurice Greene aspira a convertirse en el primer hombre que cruce primero la línea de la victoria. No quiere una medalla con carácter administrativo. Atenas es su ciudad talismán. En la capital griega ganó, en 1997, su primer título mundial y en las mismas pistas logró, en 1999, el récord del mundo (9,79 segundos). Después de dos años de lesiones, ha vuelto a recordar sus mejores días. Parecía indiscutible favorito, pero la imparable progresión del jamaicano Asafa Powell ha alterado los pronósticos. Powell, un poderoso velocista de sólo 21 años, ha derrotado a Greene en las dos últimas ocasiones en las que se han enfrentado: Londres y Zurich. El atletismo, que atraviesa momentos turbulentos, recuperará todo su esplendor en la final de 100 metros.
DOMINGO 22
El día de Paula Radcliffe
Ninguna mujer participó en los Juegos de Atenas en 1896, los primeros de la era moderna. De aquellos días permanece inalterable el recuerdo de Spiridon Louis, el cabrero que ganó la maratón y, de alguna manera, logró que los Juegos Olímpicos cobraran una trascendencia periodística decisiva. Louis ganó la prueba del mensajero Filípides, muerto tras recorrer la distancia entre Maratón y Atenas y comunicar a los atenienses la victoria sobre el ejército persa en el siglo V. Esa distancia -42,195 metros- será recorrida por las mujeres en la tarde del domingo 22, bajo un calor aplastante, por un trazado sinuoso, muy exigente. La vieja ruta de Marathon puede coronar a la inglesa Paula Radcliffe, la atleta que ha destrozado todos los récords de la distancia con su estilo inquietante. Corre cada metro como si fuera el último, con una terca expresión de angustia que produce la compasión de los aficionados. Valiente como ninguna otra atleta, Paula Radcliffe ha producido multitud de récord y victorias para sus rivales, siempre como parásitos junto a la británica, que indefectiblemente pagaba su falta de velocidad en los últimos metros. Eso era antes de que descubriera la maratón, donde su poderío ha sido insultante en los dos últimos años. En Atenas, es probable que por fin puede disfrutar de un gran éxito. No lo tendrá fácil. A su alrededor, kenianas, japonesas y etíopes intentarán seguir su estela. Si alguna resiste, ganará.
LUNES 23
La explosión de Dos Santos
Durante décadas la gimnasia estuvo confinada en los autoritarios y fríos países del Este de Europa, donde el rigor técnico y físico se combinaba con una disciplina marcial. Lo último que podía esperarse es la revolución en forma de una muchacha brasileña de apenas 1,40, nacida en uno de los barrios más pobres de Porto Alegre, sin ningún antecedente que pudiera insinuar el nacimiento de una estrella. Daiana Dos Santos era una niña de goma cuando fue detectada por un entrenador que casualmente pasaba por Porto Alegre. Atónito ante la capacidad de Dos Santos para dar saltos y giros de toda clase, intentó el imposible: convertir aquella bomba de caucho en una gimnasta de primer orden. El resultado se observa ahora. Dos Santos es quizá la deportista que más expectación generará en Atenas. Su increíble potencia, elasticidad y gracia ha sido la noticia de la gimnasia en los dos últimos años. En los ejercicios sobre el suelo Dos Santos es portentosa: Brasil en su versión más exuberante pasada por el tamiz técnico de la escuela del Este, no en vano sus dificultades han sido corregidas por el técnico ucraniano Ostapenko, contratado por la federación brasileña después de los Juegos de Sydney.
MARTES 24
La última oportunidad de El Guerruj
Al impecable historial de Hicham El Guerruj le falta la pieza más codiciada: el título olímpico. Era el mejor en 1996, cuando con apenas 20 años comenzaba a dominar las pruebas de mediofondo, pero una caída en la final de Atlanta le impidió derrotar al argelino Nurredin Morceli. Cuatro años después era el emperador del 1.500, el atleta invencible que estaba destinado a la victoria. Durante los años anteriores se había apoyado en las liebres marroquíes para destrozar a sus adversarios, incapaces de seguir el altísimo ritmo de los fieles colaboradores de El Guerruj. En Sydney, se quedó sin liebres que le limpiaran la carrera, cuyo dramatismo fue impresionante. En la última recta, el marroquí no logró despegarse del keniano Noah Ngeny, que le superó en los últimos metros. Ahora el éxito será más difícil que nunca. El Guerruj ha dado muestras de debilidad esta temporada, con dos derrotas, una ante Ramzy, el marroquí instalado en el equipo de Bahrein, y frente al keniano Bernard Lagat, favorito para lograr el título y destruir el sueño del campeón marroquí.
JUEVES 26
El cruce de Gasol
La fecha está señalada. Día 26. Se juegan los cuartos de final de baloncesto. Lo más probable es que España se haya clasificado entre los cuatro primeros de su grupo. Ese día tendrá que enfrentarse a uno de los cuatro clasificados del otro grupo, entre los que posiblemente figurarán Estados Unidos, Lituania y Grecia. Será el momento del asalto a las semifinales, a la frontera de la medalla que España no consigue desde los Juegos de Los Ángeles 84. Para la generación que encabeza Pau Gasol los Juegos de Atenas deberían convertirse en el escenario que la consagre. Sin duda, es uno de los mejores equipos de baloncesto que ha armado España. El torneo está más abierto que nunca. Ni el equipo de Estados Unidos, con Duncan, Iverson y Lebron James, se siente seguro de la victoria. España tiene una oportunidad mágnífica. Pasará por resolver el famoso cruce de cuartos de final.
VIERNES 27
La soledad de Marion Jones
Hace cuatro años, en los Juegos de Sydney, Marion Jones era la primera protagonista del deporte mundial. Tenía todo a favor. Era una atleta simpática, sin tics de diva, con una aproximación directa, casi ingenua al atletismo. Era un regalo para el atletismo. Corría, saltaba y no parecía cansarse. Quería conquistar cinco medallas de oro y superar el número de títulos de Jesse Owens, ganador de cuatro pruebas en los Juegos de Berlín 36. Consiguió tres de oro, una de plata y una de bronce. Era la reina del atletismo. Cuatro años después, es lo más parecido a una apestada. Los mismos que la adulaban ahora encabezan una campaña mundial para apartarla de las pistas. Marion Jones está conectada al escándalo Balco, el laboratorio de California que producía el anabolizante THG, indetectable hasta el pasado año. A raíz de la investigación ordenada por el Senado, varios de los mejores atletas estadounidenses, todos ellos relacionados con Balco, han sido suspendidos por dopaje. Entre ellos figura Tim Montgomery, plusmarquista mundial de 100 metros y marido de Jones. La presión sobre ella es brutal. Nunca ha dado positivo, pero su ex marido, el lanzador de peso C.J. Hunter, la ha acusado de doparse. De repente, la atleta más famosa del mundo es rechazada en las grandes competiciones de verano. En Atenas sólo participará en el salto de longitud, la prueba que más frustraciones le ha producido. No será la favorita, ni tendrá el apoyo del público. Marion Jones está sola.
SÁBADO 28
Bekele y Kipchoge en el 5.000
Kenenisa Bekele, el etíope de apenas 1,60 que ha sucedido al formidable Gebreselasie, tiene una espina que sacarse. En los Mundiales de París corrió la prueba de 5.000 metros para demostrar no sólo su autoridad, sino para derrotar a Hicham El Guerruj. No contó con un muchacho keniano, casi desconocido, que venció a los dos astros en el último metro. Se llamaba Eliud Kipchoge, el último de la incombustible raza de campeones surgida en los alrededores del lago Victoria. Desde entonces, Bekele ha conquistado dos récords del mundo, el de 5.000 y el de 10.000, en el plazo de dos semanas. No tenía previsto correr la carrera de 5.000 en Atenas, pero el gobierno etíope le ha aconsejado hacerlo. Será el favorito. Con su descomunal fuerza y la más eficaz de las zancadas, Bekele parece ajeno al sufrimiento del atleta. Es un superdotado, lo mismo que Kipchoge, cuya victoria en París no le ha sacado del anonimato. Si vence en Atenas será otra cosa: habrá vencido a Bekele y tendrá derecho a proclamarse el mejor del mundo.
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