Al Sáder: "Continuad luchando incluso si me matan"
"Continuad luchando incluso si me hacen prisionero o me convierten en mártir. La voluntad de Dios es que salgáis victoriosos". Múqtada al Sáder, el joven y radical líder religioso chií que dirige y alienta con vehemencia el levantamiento de sus fieles en todo el sur del país, lanzó este llamamiento ayer a sus fieles a través de Radio Dijla, una emisora local.
El jefe del Ejército del Mahdi, su fiel milicia extremista, es tal vez el único clérigo relevante, aunque no respetado intelectualmente ni siquiera por sus correligionarios, que permanece en Nayaf. "Abdelaziz al Hakim, Ibrahim al Jafari y Ali al Sistani, que han mediado en varias ocasiones entre el Gobierno provisional y Al Sáder ya están fuera de la ciudad. Creo que ha recibido el aviso de que esta vez van a por Múqtada", asegura Zuahir al Jezairy, editor jefe del diario Al Mada. También lo corroboran fuentes diplomáticas europeas en Bagdad: "Las fuerzas de Estados Unidos, desde que se cerró en falso el primer alzamiento chií contra los norteamericanos en mayo, le tienen ganas".
Siempre rodeado de decenas de guardaespaldas y fervientes seguidores, los soldados estadounidenses han estado en varias ocasiones cerca de capturarle. Por qué no lo han detenido, cuando además pesa sobre él una orden de captura por su presunta implicación en el asesinato de un clérigo rival es algo que pocos se atreven a aventurar.
El caso es que parece que ha llegado la hora de afrontar uno de los momentos más difíciles de su vida, después del asesinato de su padre y dos de sus hermanos en 1999, bajo el régimen de Sadam Husein, y su propio arresto domiciliario. Al Sáder dio ayer las gracias a "todos aquellos que han intentado resolver la crisis por métodos pacíficos", que no parece que sean los que más le tientan.
