Una piscina problemática para los espaldistas
El primer contacto del equipo español de natación con la piscina del Centro Olímpico Acuático de Atenas se produjo ayer por la mañana. No es una piscina desconocida, porque en ella se han disputado ya algunas competiciones. Pero ha sido remodelada y presenta la novedad de que la competición se desarrollará al aire libre. "No es que eso suponga un problema", explica Carles Subirana, seleccionador nacional de natación. "Quienes más sufrirán por ello serán los espaldistas, porque tendrán el sol de cara y deben estudiar bien por dónde les llegará en los momentos en que compitan y tomar unos referentes que, habitualmente, encuentran en el techo".
La espaldista Nina Jivanevskaia, la mejor opción española de medalla, buscó ayer algunos puntos o perspectivas en las que fijarse y descubrió que los agarres de la salida son más gruesos que de costumbre. "Lo mencionó en la reunión que mantuvimos por la tarde en la villa olímpica", afirma Subirana. "Pero sólo es cuestión de adaptación". La mediofondista Erika Villaécija, los velocistas Eduard Lorente y Javier Noriega y el espaldista Aschwin Wildeboer, a quienes Subirana sitúa en sendas finales, valoraron la calidad de las condiciones de la pileta. "No hubo quejas: el agua está bien y no es caliente a pesar del fuerte calor ambiental. Creo que van a batirse muchos récords. Lo único que podría perjudicar sería el viento o el mal tiempo. Otra novedad es que los poyetes de salida son un poco más largos, lo que obligará a ciertas modificaciones a los nadadores con salidas muy atléticas".
