La lucha contra el fuego en Galicia

Como responsable de la prevención y lucha contra el fuego en Galicia, quiero manifestar mi preocupación por las valoraciones recogidas el pasado domingo en el editorial de EL PAÍS El fuego no tiene patria. Y me siento especialmente preocupado por el hecho de que se ponga en cuestión un sistema que ha demostrado su eficacia durante los últimos quince años y que en este año, especialmente difícil por las extremas condiciones meteorológicas, continúa haciéndolo. En el editorial se dice: "Los números son inmunes a la propaganda". Pues hablemos de números. En siete meses, en Galicia se han producido 8.354 fuegos que han afectado a 26.900 hectáreas, una cifra inferior a la superficie que ardió en un único incendio en Andalucía. ¿Dónde falla el modelo de extinción?

Si en Galicia el 99% de los fuegos se apaga antes de las 24 horas, a pesar de haberse registrado durante este verano hasta 150 incendios en un mismo día; siete de cada 10 fuegos no llega a una hectárea de extensión y el 92% no supera las cinco hectáreas, y el tiempo medio de respuesta es de 20 minutos, ¿dónde está el fallo que determinados colectivos y medios de comunicación quieren transmitir a la opinión pública? En 1989 se quemaron 200.000 hectáreas. De este total, 85.000 hectáreas se correspondieron con superficie arbolada. En lo que va de año, la superficie arbolada afectada por el fuego en Galicia es de 7.900 hectáreas, menos del 20% del arbolado afectado en el conjunto del Estado (40.000 hectáreas). Es necesario destacar también el incremento en 400.000 hectáreas de superficie arbolada en Galicia entre 1987 y 1997, según el Tercer Inventario Forestal Nacional (IFN3).

Hay muchas cifras que respaldan la labor desarrollada, ya no por la Xunta, sino por las más de 6.000 personas que cada día se enfrentan al fuego y permiten que la superficie media afectada por incendio sea menor que en el territorio español. A ellos expresamente quiero agradecerles su dedicación y el inestimable servicio que le están prestando a la población y al futuro de Galicia.