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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Urgencias inhumanas en Alcorcón

El día 28 de julio de 2004 estuve en el servicio de urgencias del hospital de Alcorcón con una persona mayor que está muy enferma. Tuve la desagradable oportunidad de conocer cómo funciona este servicio. Es por ello por lo que, como condición de ciudadano, me encuentro en el deber de informar sobre el desagradable trato que nos dieron, y en derecho de presentar reclamaciones y quejas al respecto.

1.En la sala de espera de los familiares: desde el micrófono de aviso a familiares se oyeron en repetidas ocasiones todo tipo de comentarios intencionados (risas, juergas, chistes desagradables) y de mal gusto; tanto, que varias personas se asomaron para ver lo que sucedía.

—Falta de profesionalidad: al enfermo al que acompañaba tuvieron que repetirle los análisis de sangre tres veces porque la sangre se les había estropeado.

2.En el interior del servicio de urgencias, mis reclamaciones van encaminadas a lo siguiente:

—Incompetencia: tras los resultados de los análisis, nos dice una señorita "que debía estar haciendo prácticas, y probando al enfermo como si fuera su conejillo de Indias", que lo que tiene es lo que le diagnosticaron hace cinco años y de lo que ya está curado. (Nos dice que tiene pancreatitis, cuando lo que tiene realmente es un cáncer extendido por todo el cuerpo por el que se está muriendo, con un fuerte dolor en el abdomen, motivo por el que nos dirigimos a urgencias).

—Falta de humanidad y falta de ética: dicho enfermo estuvo en el servicio de urgencias desde las once de la mañana hasta las ocho de la tarde por la incompetencia y la falta de profesionalidad del personal que en estos momentos se encuentra en el servicio de urgencias, sin comer, de mala manera y con un debilitamiento importante. ( Téngase en cuenta que esta persona está muy mal, la tienen que ayudar en todo, está tomando unos calmantes muy fuertes de forma oral y ese día tuvo que tomarlos sin nada en el estómago).

Tal fue el punto de degradación humana con el paciente que, cuando éste llegó a su casa, se desmoronó moralmente.

Reitero que los hechos que tuve la mala suerte de presenciar me parecen intolerables, inhumanos, incongruentes con el nivel de vida que llevamos, y desde luego que haré todo lo que esté en mi mano para que esto se sepa y no vuelva a ocurrir.

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