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El Instituto Meteorológico no registraba desde 1960 un viento de poniente con una duración de 4 días

El viento de poniente romperá mañana las estadísticas de los últimos 44 años, según las predicciones del Centro Territorial del Instituto Nacional Meteorológico (INM). Desde 1960 no se recordaba un viento del oeste que durara cuatro días, una situación calificada de "anormal" por el INM y que no está prevista por el modelo europeo establecido para detectar posibles olas de calor.

Las temperaturas registradas en los últimos dos días en ciudades como Valencia -38 y 35 grados- obligó al Ayuntamiento a poner en marcha el protocolo para la prevención de olas de calor, pese a que la Consejería de Sanidad decretara la alerta únicamente en la provincia de Castellón, hoy fuera de peligro. El sistema actual, en vigencia por primera vez tras vivirse el año pasado el verano más caluroso de Europa, no tiene en cuenta fenómenos locales, cuenta Ángel Rivera, responsable del área de Previsión del INM y encargado de establecer los niveles de alerta. Sólo a través de los centros territoriales se puede detectar con antelación.

El viento seco en los dos últimos días soplará en menor medida hoy en las poblaciones principalmente afectadas del golfo de Valencia, la zona de Xàtiva (40 y 36 grados los últimos dos días) y la zona sur de Alicante. Mientras, en zonas de interior como la de Utiel-Requena viven temperaturas frescas, que en Utiel han llegado a ser de 28 grados. No obstante, las poblaciones que esta semana vienen sufriendo el poniente sentirán cómo mañana recobra fuerza para desaparecer totalmente en viernes.

La situación meteorológica que vive España, fresca, no se da en Valencia por cuestiones que ocurren en latitudes atlánticas, explica Rivera. Todo se originó al coincidir la borrasca atlántica que pende sobre Gran Bretaña con los restos del ciclón subtropical Alex. Eso hizo que una masa de aire húmeda entrara por Galicia con temperaturas frescas para luego irse calentando en su camino a la Comunidad Valenciana. Cuando llega al interior valenciano, sufre otra subida de temperatura al cambiar de altitud.

Para el próximo verano, asegura Rivera, "habrá que tener en cuenta este tipo de fenómeno y añadir filtros estadísticos que permitan detectar estos episodios de vientos calurosos". Si no, continúa, los meteorólogos deberán estar ahí para detectarlos y comprobar que sí hay ponientes que tres días duren.

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