El fin de la campaña en Venezuela aviva la polémica sobre la difusión de los resultados

El fin de la campaña del referéndum revocatorio del presidente Chávez en Venezueha avivado la polémica sobre la difusión de datos parciales. El director del Consejo Nacional Electoral, Jorge Rodríguez, advirtió de que tales anuncios están expresamente prohibidos y pueden acarrear sanciones. Enrique Mendoza, líder de la coalición opositora Coordinadora Democrática, avanzó poco antes que la oposición comenzará a difundir los resultados parciales desde las dos de la tarde del domingo, fecha de celebración de la consulta, y horas antes del anuncio oficial.

Las máquinas de votación que serán empleadas en el referéndum presidencial de Venezuela superaron la última prueba técnica durante este fin de semana y a partir de hoy serán distribuidas a lo largo y ancho del territorio venezolano por los colegios electorales y permanecerán custodiadas por las fuerzas armadas.

Las 19.622 máquinas que se van a instalar funcionan mediante un sistema de pantalla sensible y son capaces de transmitir los datos electrónicamente, de manera que el resultado de la consulta popular sobre la permanencia de Hugo Chávez en el poder podría conocerse dos horas después del cierre de las mesas, previsto para las seis de la tarde (medianoche en la España peninsular) del próximo 15 de agosto.

"Todos los que están apostando a que el Consejo Nacional Electoral no entregará los resultados oportunamente van a perder la apuesta", dijo el directivo de ese organismo Jorge Rodríguez, a menudo acusado por la oposición por sus supuestos vínculos con el Gobierno.Mendoza insistió ayer en que comenzarán a informar sobre los resultados antes de que el CNE haga su primer anuncio oficial.

Por su parte, representantes del Gobierno expresaron sus dudas acerca de la posible adulteración de los resultados en la etapa de transmisión de datos, que está a cargo de la empresa telefónica nacional, Cantv. Según fuentes del equipo de campaña electoral, antiguos trabajadores de la empresa petrolera PDVSA, que participaron en el fallido paro de finales de 2002 y principios de 2003, estarían ahora trabajando para la telefónica y podrían estar preparando un fraude electrónico.

Ayer, una comisión de la Asamblea Nacional interpeló al presidente de la compañía, Gustavo Roosen, quien ofreció garantías de transparencia y neutralidad. Además, expertos de la empresa que acompañaron a Roosen explicaron que la mayor responsabilidad en el proceso la tiene el otro socio del consorcio encargado del proceso electoral, la firma estadounidense Smartmatic.

El Gobierno convocó ayer a los embajadores acreditados en Venezuela para informarles sobre la marcha del proceso. El canciller, Jesús Arnaldo Pérez, informó de que, junto al vicepresidente, José Vicente Rangel, ratificaron al cuerpo diplomático que el presidente Chávez acatará el resultado anunciado por el CNE, sea cual sea. "Les hicimos notar que los representantes de la oposición no han hecho la misma promesa y ellos tomaron debida nota de ese detalle", dijo Pérez.

El domingo 15 de agosto, 14 millones de venezolanos podrán votar sí o no a la pregunta de si están de acuerdo con revocar el mandato de Chávez, elegido en julio de 2000 con 3,7 millones de sufragios. Para lograr la revocación, la oposición tendrá que sobrepasar ese umbral y, naturalmente, superar los votos a favor del presidente (el no).

Si el mandatario es revocado, el Consejo Nacional Electoral deberá convocar nuevas elecciones en un plazo de un mes. A esa nueva convocatoria podrá postularse Chávez nuevamente. Si triunfa la opción del no, Chávez permanecerá en el poder hasta enero de 2007 y podrá ser reelegido para otro sexenio en las elecciones de finales de 2006.