La milicia golpea un sector vital para la economía
La insurrección ha logrado golpear al Gobierno iraquí donde más le podía doler, en el sector más vital de la economía del país. La Compañía de Petróleo del Sur (SOC) decidió ayer suspender la extracción de crudo en los campos petrolíferos del sur del país después de que el Ejército del Mahdi, el movimiento encabezado por el clérigo radical chií Múqtada al Sáder, amenazara con sabotear las instalaciones de esta empresa con sede en Basora, en el golfo Pérsico. "El bombeo en los campos del sur hacia los depósitos de Basora se ha suspendido hoy tras las amenazas de Al Sáder", dijo Hasanen Mohamed Mohamedi, portavoz de la empresa. "Permanecerá detenido hasta que la amenaza desaparezca", añadió.
La parada en la extracción es la primera que se produce desde que el Gobierno interino asumió el poder el 28 de junio. El 25 de abril un intento frustrado de ataque suicida con lanchas contra las terminales petroleras de la empresa en Basora provocó también una suspensión en el bombeo. La compañía asegura que dispone de reservas para continuar la exportación durante dos días. Pero de prolongarse esta situación, el daño a la economía de Irak sería devastador. La exportación de petróleo -un total de 1,9 millones de barriles diarios- acapara el 90% de las ventas iraquíes en el exterior. Y el Presupuesto del país depende casi exclusivamente de los ingresos que provienen de esta fuente.
Campos petrolíferos
"La industria del petróleo está dirigida por los iraquíes. Esta riqueza pertenece al pueblo de Irak y el Presupuesto del Ejecutivo depende en un 95% del dinero que procede de la exportación de crudo", aseguró anoche el ministro del Petróleo, Asem Jihad.
La preocupación del Gobierno es evidente porque a la suspensión del bombeo decidida ayer se suma una situación mucho peor en los campos petrolíferos del norte. Desde que comenzó la invasión del país, las instalaciones de Kirkuk han funcionado intermitentemente y se han producido alrededor de un centenar de sabotajes a estos oleoductos. Desde comienzos de junio, se ha dejado de exportar desde esta región, cuyo crudo se vende a través de Turquía.
La reconstrucción del país depende de forma casi exclusiva de este sector, ya que la violencia generalizada ha impedido que se puedan llevar a cabo los proyectos en el devastado Irak. Sin ir más lejos, de los 18.000 millones de dólares que EE UU prometió destinar a la reconstrucción, sólo se han invertido 600 millones. Tal vez a modo de aviso, el sábado fue atacado con proyectiles de mortero el Ministerio del Petróleo en Bagdad.
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