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Reportaje:CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Los jóvenes 'toman' el Fórum de Barcelona

Miles de participantes en el Festival Mundial de la Juventud, procedentes de 156 países de los cinco continentes, pueblan el recinto. Se alojan en 250 tiendas mixtas y con expendedores de condones en un campamento habilitado en la playa.

Clara Blanchar

Decibelios, juerga y alegría. El Fórum de Barcelona ha rejuvenecido de golpe con el III Festival Mundial de la Juventud, que arrancó ayer. Los miles de participantes que pueblan desde hace dos días el recinto y el cámping que se ha habilitado junto a la playa, prometen ser una inyección de colorido del tamaño de la que se produjo durante la celebración del Parlamento de las Religiones del Mundo. Lo fueron ayer durante la ceremonia oficial de apertura del encuentro. Antes y después de los parlamentos, el auditorio del edificio Fórum, el de las grandes ocasiones, se convirtió en una enorme sala de baile con 3.000 participantes desmelenándose y ondeando banderas de sus países a ritmo de dj, primero, y rumba catalana para cerrar el acto.

Uno de los conflictos que se plantearán en el festival, la inmigración, ya se ha mostrado con toda su crudeza

De entre 16 y 36 años, los 5.000 participantes que habían llegado hasta ayer por la tarde proceden de puntos tan dispares como diminutas islas de archipiélagos del Pacífico, Azerbaiyán, Palestina, Lituania, Italia, México, Yemen, Ghana, o Albacete y Sevilla, por citar alguna procedencia española. El total de inscritos es de casi 12.000, de 156 países de los cinco continentes. La cuota de inscripción es de 25 euros, 50 o 200, en función del índice de desarrollo del país de procedencia que marca la ONU.

El festival, que anteriormente se celebró en Portugal (1998) y Panamá (2001), pretende ser un foro de debate y, a la vez, altavoz de los problemas que afectan a los jóvenes. Los principales ejes de debate serán los mismos del Fórum, diversidad, condiciones de paz y sostenibilidad, además de un cuarto: el proceso de globalización. Y dentro de cada epígrafe, cuestiones como el trabajo, la inmigración, la vivienda, la educación o la participación.

En vistas al arranque, hoy, de las actividades del programa oficial, desde el viernes, cuando comenzaron a llegar las primeras delegaciones, el principal punto de actividad han sido las salas de acreditación, sumidas en un imparable frenesí, y el cámping donde se alojan los participantes. En total, 250 tiendas de campaña de 30 plazas que la organización ha plantado junto a la playa.

El cámping ocupa casi un kilómetro de privilegiada ubicación. Ya quisieran muchos de los mochileros que visitan Barcelona alojarse en él. De hecho, algunas voces llevan tiempo exigiendo un equipamiento así para la capital catalana, aunque el Fórum ya tiene compromiso de recompra de las tiendas por parte del Ejército español, que las utilizará en misiones humanitarias. Por ahora, los jóvenes campistas disponen de servicios, duchas, teléfonos públicos, zonas de sombra, enfermería y máquinas expendedoras de condones. Las tiendas son mixtas, a no ser que las delegaciones pidan dormir chicos y chicas separados.

La organización del Festival Mundial de la Juventud no deja de insistir en que las instalaciones del cámping son "sólo para dormir", pero a nadie escapa la posibilidad de que se monten juergas, como ya ha ocurrido en la playa. "Las normas de convivencia son estrictas, porque esto es un espacio de descanso. Todos somos gente adulta y creemos que la oferta lúdica del Fórum -que estos días alarga el horario hasta las dos de la madrugada- y del resto de la ciudad es suficiente", expresa una portavoz de la organización. También admite que puede haber algún espabilado que aproveche el encuentro para pasar 10 días en Barcelona.

Ayer ya se celebraron algunas actividades de lo que se denomina Programa Autogestionado, paralelo a las mesas redondas de mañana y tarde, y en el que las 300 entidades representadas se reparten el tiempo y los espacios habilitados para realizar actividades como charlas, exposiciones, talleres u obras de teatro.

Precisamente la participación, la oportunidad de aprender, participar y fortalecer redes fueron las cuestiones más repetidas en los parlamentos del acto de inauguración. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, emplazaron a los participantes a "aprovechar la oportunidad" que representa el festival. El presidente del Consejo de la Juventud de Barcelona, Fabián Mohedano, aludió a la "vitalidad de la sociedad civil catalana" en la bienvenida a los participantes, a quienes llamó a poner en práctica las experiencias que se debatan en el encuentro. Su homóloga en el Consejo de la Juventud de Barcelona, Alicia Fernández, recordó que en el mundo viven un billón de jóvenes que son "parte de las voces no escuchadas". "Queremos pensar, decidir y construir el mundo en el presente, no esperaremos a mañana", dijo. En la misma línea hablaron el presidente del Foro Europeo de la Juventud, Giacomo Filibeck, y la directora de la unidad de Juventud de la Unesco, M. Elena Henríquez-Muéller.

En otro aspecto coincidieron: recordaron a quienes no han podido llegar a Barcelona porque se les ha denegado el visado. Y es que uno de los conflictos que se plantearán en el festival se ha mostrado con toda su crudeza antes de llegar a las salas de debate. La razón es que la elevadísima, e inusual, proporción de africanos inscritos al encuentro -del total de 12.000 inscripciones al encuentro, una tercera parte (4.073 personas) pertenece a jóvenes de países africanos, prácticamente tantos como españoles (4.662) y el doble que latinoamericanos (1.947)- ha originado un alud de solicitudes de visado para acudir a Barcelona; 400 peticiones de jóvenes nativos de Angola es el ejemplo más flagrante. La consecuencia de ello son denegaciones masivas por parte de las embajadas españolas en el extranjero, fundadas en la sospecha de que encuentros internacionales masivos como el Festival Mundial de la Juventud son vistos por algunos ciudadanos del sur como una nueva posible puerta de entrada al norte en busca de una vida mejor.

Jóvenes participantes en el Festival Mundial de la Juventud bailan en la inauguración, en el auditorio del edificio Fórum.
Jóvenes participantes en el Festival Mundial de la Juventud bailan en la inauguración, en el auditorio del edificio Fórum.CONSUELO BAUTISTA

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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