Discriminación por edad
Hoy en día se habla de discriminación por sexo, raza, etcétera, pero de la edad no se dice nada. Los empresarios, cuando tienes cuarenta años, ya no quieren contratarte. La Constitución dice que somos iguales ante la ley, pero en esta franja de edad está claro que no lo somos.
A pesar de haber estado trabajando toda la vida, el panorama actual nos ofrece pocas opciones si, por desgracia, te has quedado sin trabajo.
En una sociedad en que los trabajos no son estables, el Estado está permitiendo esta discriminación.
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