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Atenas 2004

Una veintena de malditos

Ivan Slavkov, aunque pase en el purgatorio aún unos meses, será el vigésimo miembro del COI que va al infierno olímpico, expulsado en sus 110 años de historia. El indonesio Bob Hassan, de 73 años, que ya cumple pena de cárcel por haberse hecho multimillonario deforestando su país, se convertirá ya esta próxima semana, durante la Sesión, en el número 19º. La comisión ejecutiva acordó ayer su expulsión, algo cantado, tras esperar tres años la resolución de su caso, que es también incompatible, a todas luces, con la ética olímpica. De momento, quizá sólo por los altos cargos que ocupó, e incluso fue uno de los rivales de Rogge a la presidencia, se mantiene la suspensión temporal del siniestro surcoreano Un Yong Kim, pero que también está tras las rejas, condenado a dos años y medio de prisión por estafa y malversación de fondos en sus manejos con la Federación Internacional de Taekwondo, entre otras tropelías.

Curiosamente, entre los expulsados en la historia olímpica hay un español, Fernando Suárez de Vallejano, pero por el motivo más leve: no asistir a las reuniones. Junto a él, en 1952, fueron echados Enrique Barboza (Chile), Rachid Saffet (Turquía) y Miguel Idígoras (Guatemala). Por esta misma razón, desinterés o imposibilidad, tuvo el deshonor de perder su condición de miembro en 1964 el príncipe Alberto de Bélgica. Y abrir la ominosa lista de expulsados en 1907 el argentino José Benjamín Zubiaur, que al menos no hizo como su compatriota Manuel Quintana Jr., convicto en 1910 también de aprovecharse de su condición de miembro en beneficio particular. En 1938, el chileno Matte Gormaz fue echado definitivamente tras ser readmitido de una primera expulsión por no vivir en su país de 1933 a1937.

La colaboración con el nazismo y el fascismo provocó igualmente dos expulsiones: en 1948 la del húngaro Nicolas Hurthy y en 1950 la del italiano Giorgio Vaccaro, que tampoco vivía en Italia desde 1945. En cambio, aparte de haber ido a una sola reunión, el estadounidense Ernest Lee Jahncke fue echado en 1936 sólo por indisciplina, porque tuvo la gallardía de pedir el boicoteo a los Juegos de Berlín de ese año.

El portugués Saúl Cristovao Ferreira fue un pionero (descubierto, al menos) como Quintana Jr., de sacar tajada olímpica. Fue expulsado en 1962 por cargar a la organización de los Juegos de Roma de 1960 los gastos de estancia de toda la familia. Hizo, más o menos lo que los últimos seis expulsados en la gran redada de Salt Lake City, en 1999: aceptar regalos, becas o viajes. Fueron: Agustín Arroyo (Ecuador), Sergio Santander (Chile), Paul Wallwork (Samoa), Lamine Keita (Mali, Zein El-Abdir Gañir, (Sudán) y Jean Claude Ganga (Congo).

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