Falsificaciones legales de obras maestras de la pintura
En San Sebastián se exhiben 150 copias de Rafael, Van Gogh, Klimt, Pisarro, Velázquez, Degas y Botticelli, realizadas por artistas de la galería Pitty Arte
En 1984 Giuseppe Salzano (Venecia, 1954), arquitecto y coleccionista, compró en una subasta un supuesto cuadro de Giorgio Chirico, Piazza d'Italia, que resultó ser falso. Le habían engañado. Pero a diferencia de otras víctimas se empeñó en conocer al pintor que con su destreza había burlado sus conocimientos. Se llamaba Antonio Mazzis, tenía 75 años y un auténtico museo de copias de obras maestras en su casa. "Tienes que dejar de falsificar. Tu trabajo es la ruina del arte", le dijo. "Es lo único que sé hacer. ¿De qué voy a vivir?", cuenta que le contestó. "Yo te organizo una exposición". La muestra tuvo tal éxito que Salzano decidió montar Pitti Arte, una galería que hoy tiene en cartera a 48 artistas dedicados a realizar falsificaciones legales de obras maestras. El hotel María Cristina de San Sebastián muestra 150 de ellas hasta el 29 de agosto.
Ni Salzano ni los pintores que trabajan para la Fondazione del Falsi D'autore engañan a nadie. Tienen la autorización del Ministerio de Cultura italiano para realizar copias de los cuadros que han escrito hasta ahora la historia del arte. Desde La Madonna, de Rafael, a Boulevard de Montmartre, de Pisarro; La bailarina, de Degas; El beso, de Klimt; La primavera, de Botticelli; Los girasoles, de Van Gogh, autorretratos de Velázquez... Eso sí, los pintores -que se especializan en autores determinados- deben cumplir varias condiciones. "No pueden pintar sobre lienzos antiguos decapados", explica Luis Sanchís, socio de Salzano, "ni utilizar pinturas de la época". Y están obligados a identificarlos con el certificado de falso de autor.
La iniciativa, la primera de estas características en el mundo -"existen copistas en los museos pero funcionan de forma distinta", explican-, ha hecho accesible al público un arte que no lo es. Las copias, al menos las que se exhiben en San Sebastián, cuestan entre 900 - una naturaleza muerta de Botero- y 7.500 euros -Interno, de David Teniers -, y se venden tanto a aficionados al arte como a personalidades. "La princesa Diana de Gales", cuenta Salzano, "compró varias bailarinas de Degas; Frank Sinatra, 12 modiglianis para su villa de Palm Springs; Arnold Schwarzenegger, un van gohg; Antonio Banderas, un monet para Melanie Griffith...".
La maestría de los pintores de Pitti Arte ha cautivado incluso a los coleccionistas. "Hay muchos que tienen las piezas auténticas", explica Sanchís. "Pero como las aseguradoras les piden cantidades increíbles, muchos han optado por meter los originales en la caja fuerte del banco y colgar en casa las copias". Algunos han llegado a ponerles placas para distinguirlos.
- MARIBEL MARÍN
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