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Entrevista:MARÍA SAN GIL | Candidata a 'lehendakari' por el PP

"Patxi López es capaz de pactar con el PNV aunque juntos seamos mayoría"

María San Gil (San Sebastián, 1965), algo más delgada, recibe a EL PAÍS en su sede donostiarra. Acaba de dejar el tabaco. Pero se diría que está que fuma en pipa con el plan Ibarretxe. A Imaz le ve como a Arzalluz y ya no se fía ni de los socialistas vascos: "Están mimetizados con el PNV".

Pregunta. La semana pasada le rodeaban en Donosti sus mentores políticos: Jaime Mayor y Carlos Iturgaiz. Parecía un homenaje a la nueva candidata.

Respuesta. Era un homenaje a ambos, para darles las gracias de todo corazón.

P. Pero el constitucionalismo, tal y como lo representaron Mayor y Redondo en las autonómicas del 2001, parece el pasado.

R. ¿La situación ha mejorado; ya no hace falta hacer una bandera del constitucionalismo? No. Lo que ha pasado es que la otra pata que formaba parte del proyecto, el PSE, se ha apeado. Y estamos igual que en el 2001, con un plan Ibarretxe que divide Euskadi en dos. En el 2001 había una postura valiente de dos partidos que querían ser alternativa. Yo no tengo que hacer propuestas alternativas al plan porque a los vascos nos ha ido muy bien con el Estatuto.

"Ibarretxe está más preocupado en vendernos su plan que en lograr que no haya ciudadanos de segunda"
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"Llevamos ya 25 años liderados por el PNV este, que se parece al PRI mexicano; y ya vale"

P. La defensa a ultranza de ese constitucionalismo no parece que les sea muy rentable: han pasado a ser la tercera fuerza en Euskadi. En cambio, al socialismo le va bien: gobierna en España y les han desbancado aquí.

R. Gobiernan en España, sí, pero las elecciones se produjeron en un momento de shock. Los resultados se vieron afectados por el 11-M. En las europeas ha habido un empate técnico. Y el PP es la segunda fuerza en Euskadi en el actual Parlamento vasco.

P. Bueno, haga los números que quiera, el dato es que el PSE sube y ustedes van a la baja.

R. La realidad objetiva es la que le he dicho. Vienen mejores tiempos para el PSE que para el PP. Pero no tienen un proyecto serio y coherente. Dan bandazos. No se puede proponer mociones de censura en Álava o apoyar los presupuestos del PNV en Irún y, luego, querer desbancar al nacionalismo. O se quiere ser alternativa o cogobernar con el PNV.

P. ¿No es nocivo para usted seguir aferrándose al discurso del pasado? ¿No sacan lecciones de que ni Mayor ni Redondo repitan como candidatos?

R. Los nacionalistas, en el 2001, se asustaron por primera vez. Había una alternativa seria que les podía quitar el poder. Y, efectivamente, sacaron sus votos de debajo de las piedras. Que no se presente ninguno de los candidatos tiene distintas lecturas. En el PSE pasó lo que pasó y aquí ha habido una transición tranquila. No hay cambio político, sino de personas. Y las personas aportan talantes distintos. Ganar o perder elecciones no te da ni te quita la razón, sino el poder. Tenemos que seguir defendiendo nuestras convicciones. ¡Claro que yo no lo voy a hacer como Jaime, ni como Carlos! Tengo una herencia para gestionar. Mi mérito será sacarle chispas. Gestionarla para que muchos más vascos se sumen. No me aferro al pasado, sino al presente con un discurso y un proyecto de país muy vigentes.

P. ¿Tiene dudas de que si los números dieran para una mayoría constitucionalista, López no pactaría con ustedes para desalojar al PNV?

R. Sinceramente sí. Es capaz. Le veo más empeñado en alejarse del PP que del PNV. Patxi vicelehendakari no sólo lo decimos nosotros. Muchos sectores se dan cuenta de que López no tiene vocación de alternativa. Por separarse de nosotros, se está mimetizando tanto al PNV, que al final será su comparsa.

P. ¿Por qué es tan malo que se consulte a la sociedad vasca?

R. El plan Ibarretxe ya está redactado y los plazos marcados. Lo único que se nos pide es que aportemos. Lo nuestro es el proyecto de convivencia con España, que es un país plural al que yo estoy orgullosa de pertenecer. Tendremos que mejorar nuestras capacidades autonómicas. Pero el lehendakari no puede hacer ninguna consulta. ¿Quién no va a querer 'ser para decidir'? Es una perversión del lenguaje. En política hay derechos y obligaciones. Pero para Ibarretxe sólo hay derechos. Parte de algo que no existe, Euskal Herria como concepto político, para ir hacia otra cosa que puede ser nefasta. Y no será el último plan, el siguiente será la independencia. Me preocupa la ruptura con España, pero más la que se produce entre vascos con ese plan unilateral.

P. El lehendakari dice que su plan es para vivir mejor.

R. ¿Quiénes van a vivir mejor? Ibarretxe tenía que estar avergonzado por tener a tantos ciudadanos con escolta. Y no he visto que haya hecho un mínimo esfuerzo por estar cerca de nosotros. Está más preocupado en vendernos su plan que en que no haya ciudadanos de segunda.

P. ¿Zapatero ha abierto la puerta al entendimiento con Euskadi o ha cambiado su discurso exigente con el lehendakari?

R. Decepcionante. Esperaba un discurso más firme, pero percibo una debilidad preocupante.

P. ¿Aznar se ha convertido en el guardian de las esencias del PP? Ahora ya no les deja ni entrar en el debate de convertir el Senado en cámara territorial.

R. Vamos a ver... eh... [risas] Hay una lupa puesta en todo lo que hace Aznar. El guardian de las esencias es Rajoy, tengo claro que Mariano lidera el partido.

P. Joseba Arregui, al abandonar el PNV, ha coincidido con usted en que el problema no es de personas, sino de proyectos. ¿Pero no es exagerado decir que Arzalluz e Imaz son lo mismo?

R. No. Somos una sociedad tan convulsionado que a nada que un político module su discurso, nos parece maravilloso. Pero no es real. Imaz, de mente y talante, tiene otra prestancia, y parece la solución a todos los problemas. Pero hace una defensa del plan tan brutal como Arzalluz.

P. ¿Le ha oído hablar a Arzalluz de la nación cívica o usar el lenguaje que usa Imaz con ETA?

R. ¿Qué es la nación cívica? ¡Pero si a Imaz le parece espantoso el Pacto antiterrorista y cree que no hay que tratar así al mundo de ETA y Batasuna! ¿Y el apoyo que les están dando en los ayuntamientos o en la Cámara?

P. ¿Y si en el 2005, los vascos premian la radicalidad?

R. El País Vasco, liderado más tiempo por el nacionalismo, puede tener un futuro peligroso, porque el plan va a afectarnos en la vida cotidiana. Llevamos 25 años del PRI-PNV este; ya vale.

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