'Glorioso' primer balance
Dos separadores del primer tramo del carril-bus robados y otros cuantos ya deteriorados, supuestamente por golpes de vehículos, es el "glorioso" balance a una semana de su instalación. Se suponía, tal como bien se encargó de promocionar a bombo y platillo el Ayuntamiento, que éste nuevo sistema era mejor, más "seguro" y, gracias a las "excelencias" publicitadas del material elegido, mucho más duradero y resistente.
Pues... ¡menos mal que así es...! Creo, señor Ruiz-Gallardón, que el ciudadano madrileño se comienza ya a cansar de tantas "maravillosas novedades y mejoras" de "su" ciudad. También comienza a hartarse el ciudadano de tanto "dispendio" que, al final, acaba por pagar él mismo. Porque si no, explíqueme, señor Ruiz-Gallardón, qué sucedió con los famosos pivotes, que eran más seguros para la circulación, y que, poco a poco, fueron rompiéndose y desapareciendo sin que, por lo visto, al Ayuntamiento le importara en absoluto, pues ninguno de dichos pivotes fue jamás repuesto. ¿Donde está, pues, la conservación del mobiliario urbano, para la que el Ayuntamiento, supongo, tiene una partida económica?
Parece que ello no existe, pues cuando "interesa", se "pasa" de conservación alguna, y simplemente se deja que se acabe por deteriorar, o, como en el caso de los tan útiles relojes-termómetro, se quitan sin más.
Y con cada nuevo "invento" para la mejora de la ciudad, una inmensa cantidad de dinero sale misteriosamente "de debajo de las alfombras" y es destinada a esa nueva "mejora ciudadana". Por favor, señor Ruiz-Gallardón, menos "novedades" y más conservación de lo ya existente.
El gasto sería menor y el beneficio, tanto económico como social para la ciudad y sus habitantes, muchísimo mayor.
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