El PP critica al presidente catalán y exige a Zapatero que se pronuncie

La mayoría de partidos criticaron ayer al presidente de la Generalitat de Cataluña, el socialista Pasqual Maragall, por exigir un trato específico en la Constitución para las nacionalidades autónomas (Cataluña, Galicia y País Vasco) y emplazar a Andalucía a sumarse a su propuesta. Las reacciones a la conferencia que Maragall pronunció el jueves pasado en la Universidad Complutense fueron especialmente duras por parte del Partido Popular.

La secretaria de Participación y Acción Social de este partido, Ana Pastor, afirmó que los socialistas ocultan los debates internos sobre el modelo de Estado y emplazó al secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a pronunciarse.

"En su 36º congreso, el PSOE no debatió en profundidad sobre esos temas fundamentales", opinó Pastor, quien añadió: "Aún no hemos oído al señor Rodríguez Zapatero si está con Chaves o con Maragall, o con ninguno de los dos o con los dos", informa Efe.

"Dinamitero"

Dirigentes del PP en toda España censuraron al presidente catalán, al que acusaron de "dinamitero de la Constitución" -Jaime Ignacio del Burgo, diputado de UPN y miembro de la dirección del PP- e incluso de "ariete" de las ideas "que han defendido con la violencia quienes han pretendido dinamitar la Constitución", en opinión del presidente del PP de Asturias, Ovidio Sánchez. El presidente del PP en Andalucía y vicesecretario general de la formación, Javier Arenas, le achacó "afán expansionista".

Convergència i Unió (CiU) también se mostró crítico. El jefe de la oposición parlamentaria en Cataluña, Artur Mas, consideró que las palabras del presidente de la Generalitat "siembran la confusión y la enemistad con los otros pueblos de España". "En pocos días, Maragall ha conseguido ofender primero a los vascos, después a los valencianos y ahora a los andaluces, y todo con el riesgo de no conseguir nada".

También el Partido Nacionalista Vasco (PNV) expuso su malestar, aunque por razones distintas. La secretaria de la ejecutiva del partido, Josune Ariztondo, consideró que descalificó "otras propuestas de convivencia política [el plan Ibarretxe] para defender sus propias tesis" y le reprochó "escasa prudencia política".

Aunque algunos dirigentes de Izquierda Unida (IU) expresaron recelos, el portavoz de la dirección, Felipe Alcaraz, opinó que Cataluña está siendo "la locomotora política", a la que "Andalucía y el resto de comunidades autónomas tienen que subirse cada una con su especificidad".