Los alcaldes piden que la autovía de la M-501 llegue sólo hasta Navas del Rey

Los 12 alcaldes del suroeste de la región que el pasado martes acordaron con la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, convertir la carretera de los pantanos (M-501) en autovía hasta San Martín de Valdeiglesias (kilómetro 58) rebajaron ayer sus exigencias, y pactaron una moción que pide la duplicación de la carretera sólo hasta Navas del Rey (kilómetro 44). Pretenden así evitar los daños en la parte más sensible de la zona especial de protección de aves (ZEPA), que atraviesa la M-501. El tramo que sí quieren convertir en autovía pasa, sin embargo, por otra parte de esa misma zona protegida, y un informe del CSIC de hace cuatro años prevé daños irreparables en ella si se hace la obra.

El PSOE se opone formalmente a la construcción de una autovía en un paraje protegido, pero, al mismo tiempo, gobierna en dos de los municipios que reclaman desde hace una década la duplicación de la carretera de los pantanos, que atraviesa una zona de protección de aves tutelada por la Unión Europea. Esa contradicción la intentó zanjar ayer el alcalde de San Martín de Valdeiglesias y portavoz de los 12 regidores de la zona, el socialista José Luis García Sánchez, quien, 48 horas después de alcanzar el acuerdo con la Comunidad, convenció a sus colegas del resto de municipios de la conveniencia de rebajar las exigencias.

"No es que me haya llamado nadie [de la dirección del PSOE], simplemente hemos pensado que, en pro del consenso entre todos los partidos, era mejor acordar una solución que no incluya el paso de la autovía por la zona más delicada de la ZEPA", explicó García Sánchez. Poco antes de que el regidor de San Martín tomara esa decisión, que ayer adelantó EL PAÍS, el responsable de Infraestructuras del grupo parlamentario socialista, Modesto Nolla, afirmó que el PSOE se opondría rotundamente a la duplicación de la carretera entre Navas del Rey y San Martín de Valdeiglesias, pero aceptaría la construcción de la autovía en el tramo anterior "siempre y cuando cuente con todos los informes ambientales favorables".

El portavoz de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, Fausto Fernández, rechazó, por el contrario, "radicalmente" la obra de la autovía, sea ésta total o parcial, porque en cualquier caso atraviesa una zona protegida de alto valor ecológico y porque, según sospecha el portavoz, "responde a intereses urbanísticos y especulativos". Ésa es también la postura de Ecologistas en Acción, que ayer amenazó con acudir a Bruselas para convencer a las autoridades europeas de que la construcción de una autovía en esa zona es una locura. Antonio de la Cuesta, el único concejal de IU en el Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias, se desmarcó ayer, sin embargo, de las declaraciones de Fausto Fernández.

"Eso es el progreso"

"Los tres ediles de IU en la zona [uno en San Martín y dos en Las Rozas de Puerto Real] apoyamos la construcción de la autovía hasta Navas del Rey. Por supuesto, con todas las medidas correctoras precisas para no dañar el medio ambiente. Pero oponerse radicalmente a cualquier proyecto de autovía en la zona... No, eso no puede ser", señaló De la Cuesta.

El concejal de IU admite que detrás de la duplicación de la carretera "podría haber otros intereses", pero opina que "también favorecerá el desarrollo urbanístico de los pueblos". "Toda carretera lleva al aumento de la movilidad, el cambio a nuevos y mejores domicilios... Eso es el progreso. Lo que hay que conseguir es que el crecimiento no sea desorbitado", afirmó De la Cuesta.

Un portavoz de la Consejería de Transportes e Infraestructuras, que dirige Francisco Granados, se limitó a señalar ayer que la Comunidad estudiará el proyecto de autovía "para el tramo que los alcaldes pidan". Y lo que los alcaldes van a pedir es lo que el regidor de San Martín ha propuesto: la autovía entre Quijorna y Navas (en total, 18 kilómetros) y la ejecución, desde Navas a San Martín, de las mejoras en la carretera que ya aprobó el Gobierno regional de Alberto Ruiz-Gallardón para reducir los accidentes, y que aún no se han llevado a cabo.

La M-501 tiene dos carriles por sentido sólo en sus 22 primeros kilómetros, hasta pasado Brunete (a la altura de Quijorna). Ruiz-Gallardón intentó en 1998 ampliar la autovía hasta Navas, pero se topó con una declaración de impacto ambiental negativa de su propia Consejería de Medio Ambiente y, más tarde, en 2000, con un informe demoledor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que preveía daños irreparables en la flora y la fauna de la zona, "la más importante de bosque mediterráneo de la Comunidad", si la obra llegaba a realizarse. El entonces presidente renunció al proyecto, que ahora retoma Esperanza Aguirre con el apoyo de los 12 ayuntamientos afectados.