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Un preso alemán se pega con cola a su compañera durante un cara a cara en la cárcel de Valdemoro

Los funcionarios de la cárcel de Valdemoro se quedaron atónitos cuando, extrañados de la tardanza, acudieron a la sala de encuentros para espabilar a la pareja de alemanes que dilataban su tiempo de contacto. Habituados a estas lides, se temían encontrarlos unidos, pero se los encontraron literalmente pegados. La mano izquierda de él, con los dedos fuertemente entrelazados con los de la mano derecha de ella y prácticamente soldadas ambas por una espesa cola para carrocerías de coches.

"Nos hemos pegado las manos para llamar la atención sobre mi situación penal, para conseguir que me escuchen", explicó el alemán Uwe Dieter Krone, encarcelado mientras se resuelve su proceso de extradición a Alemania, que le reclama por un presunto delito de tráfico de seres humanos, vinculado a coacciones para ejercer la prostitución. Dieter, de 39 años, y su novia, Michaela Nolte, se habían unido las manos con un pegamento ultrafuerte, que previsiblemente introdujo la mujer en el centro sin ser localizado en el cacheo ordinario.

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Al no poder despegarles, la pareja fue escoltada por la Guardia Civil al Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde quedaron ingresados la noche del miércoles a la espera de ser sometidos a una intervención quirúrgica para separarlos. Después, al surgir algunas dudas sobre la composición del pegamento, se decidió esperar e intentar la separación mediante disolventes.

Nada más conocerse los hechos, desde Valdemoro se pusieron en contacto con el juzgado central 3 de la Audiencia Nacional, cuya titular, Teresa Palacios, tramita el proceso de extradición de Krone, para preguntar si la entrega a Alemania iba a ser inminente, ya que de ser así, no podría verificarse dadas las circunstancias del reclamado. Los funcionarios temían que la estratagema del preso más que para llamar la atención estuviera destinada a evitar un inminente traslado.

Pero en el juzgado revisaron el expediente de Krone y comprobaron que su extradición está pendiente de ser resuelta. Según fuentes de la Audiencia Nacional, el alemán fue detenido el pasado 30 de abril en San Fernando (Cádiz), en cumplimiento de la orden de busca y captura dictada por las autoridades alemanas. Pero la policía ya tenía con anterioridad noticias suyas por haber sido acusado de tentativa de homicidio -asunto que está sobreseído provisionalmente- y por otro asunto que el juzgado de la Audiencia Nacional trataba de aclarar ayer con el de San Fernando.

Se opone a la extradición

En cualquier caso, Krone se ha opuesto a ser extraditado a su país, por lo que tiene pendiente el juicio sobre su extradición, además de las responsabilidades que puedan derivarse de su proceso en España. Como pronto, pasarán meses antes de que se resuelva la extradición y se depuren sus responsabilidades en la otra causa.

En la tarde de ayer, Dieter y Michaela seguían unidos y en observación, mientras los facultativos del 12 de Octubre no parecían muy seguros de cómo afrontar el problema. Según fuentes penitenciarias, la desunión es complicada al tener no sólo las palmas, sino también los dedos de las manos fuertemente entrelazados. Un grupo de expertos, no facultativos médicos, intentaba determinar si el pegamento era cola para carrocerías, como había asegurado Krone a los funcionarios de la prisión, o algún otro tipo de adhesivo menos potente al que se pudieran aplicar disolventes poco agresivos para evitar quemarles la piel.

Anoche, Instituciones Penitenciarias albergaba serias dudas de que pudiesen ser despegados antes de hoy, por lo que las previsiones apuntaban a que ambos habrán pernoctado, enlazados, en el departamento de custodia de presos del hospital 12 de Octubre. La pareja ha quedado a disposición del juzgado.

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