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El Consejo de Europa trata de impedir la presencia en la capital griega del jefe de la delegación bielorrusa, Yuri Sivakov, ministro de Turismo y Deportes de su país y acusado de ser responsable de desapariciones y asesinatos
Atenas
A una semana de que se inicien los Juegos, un garbanzo negro ha aparecido dentro de la familia olímpica para complicar un poco más las cosas a las autoridades griegas. Se trata de Yuri Sivakov, ministro de Turismo y Deportes de Bielorrusia y pretendido jefe de misión de su delegación deportiva. Sólo pretendido porque el Consejo de Europa se ha propuesto que ni siquiera llegue a pisar suelo heleno. Sobre él pesan los cargos de ser responsable de la desaparición y del asesinato de dirigentes de la oposición política en su país, periodistas y empresarios.
Obligado por la presión de la prensa y del Consejo de Europa, el Gobierno de Kostas Karamanlís salió ayer a la palestra para anunciar que está al corriente del asunto, que trata de gestionarlo de la forma más discreta posible desde hace días y que, en última instancia, aguarda a que la presidencia holandesa de la Unión Europea dé una respuesta desde Bruselas. "Sabemos que se está estudiando el asunto y, según nos han informado, se están iniciando las gestiones para prohibir posibles desplazamientos de todas aquellas personas que se encuentran en la lista negra del Consejo", dijo Giorgos Koumoutsako, portavoz del Ministerio griego de Asuntos Exteriores.
Antiguo ministro del Interior de Bielorrusia, Sivakov consta en la relación negativa del Consejo de Europa desde que, en enero pasado, el consejero especial para Europa de este organismo, el chipriota Christos Pourgourides, lo señalara como el principal sospechoso, junto a otros dos altos cargos del Ejecutivo bielorruso, de la desaparición de cuatro personas entre 1999 y 2000: Yuri Zakharenko, antiguo ministro del Interior; Victor Gonchar, ex portavoz y diputado parlamentario; el empresario Anatoly Krassovski y el periodista Dmitri Zavadski. Este último, del que no se sabe nada desde julio de 2000, fue durante años el cámara personal del presidente, Alexander Lukashenko, antes de abandonar su puesto en 1996 para trabajar con la cadena rusa ORT. Un año más tarde fue encarcelado durante dos meses por poner de manifiesto las debilidades de la seguridad bielorrusa en la frontera con Lituania. Y en 2000 se esfumó.
En abril de este mismo año, el responsable de investigar el caso decidió darle carpetazo sin mayores explicaciones y pese a que la Corte Suprema de Bielorrusia había condenado a cadena perpetua en 2002 al jefe de las unidades especiales del Ministerio del Interior, Maxim Malik, y a un subordinado por la desaparición de Zavadski y el asesinato de otras cinco personas.
El Consejo de Europa decidió cortar todo tipo de relaciones con Bielorrusia en abril de este año después de tratar infructuosamente de que las autoridades de ese país abrieran una investigación independiente para depurar las responsabilidades.
De la forma más inesperada, las autoridades griegas se han encontrado ahora con este problema para el que, esperan, salga una solución hoy mismo desde Bruselas.
Por otra parte, el portavoz del Gobierno griego, Theodoros Rousopoulos, lamentó ayer la violación del espacio aéreo griego que dos aviones de guerra turcos F4 Fandom llevaron a cabo el miércoles pasado sin que haya trascendido mayor explicación por parte del país vecino.
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