La reorganización de las escuelas infantiles de Vitoria enfrenta a sus trabajadores con el Ayuntamiento

La polémica reorganización de las escuelas infantiles de Vitoria, que dejará en la calle a 130 trabajadoras que hasta ahora desempeñaban su trabajo como interinas, se va a mantener muy viva durante todo el mes de agosto. La Policía municipal detuvo ayer al presidente del comité de empresa del Ayuntamiento, Ramón Uriarte, cuando forcejeaba junto a otros compañeros con unos agentes en las inmediaciones de los locales donde se ha encerrado una parte de la plantilla. La Policía quería impedir el acceso a más trabajadores al recinto. Uriarte fue puesto en libertad poco después, pero el incidente refleja el grado de crispación al que se ha llegado después de que el alcalde Alfonso Alonso firmara la semana pasada un decreto reorganizando el servicio.

Una de las consecuencias de esa reforma es la reducción de la categoría exigida hasta ahora para trabajar en los centros (de maestros se pasa a técnicos en jardín de infancia), lo que dejará sin trabajo a 130 trabajadores, en su mayoría mujeres, que son maestras de profesión y que no pueden acceder a la nueva bolsa de trabajo que se va a crear porque tienen una titulación superior a la que se va a precisar a partir del próximo curso.

El Ayuntamiento ha justificado su decisión en la orden del Gobierno vasco que regula las guarderías y que pide la titulación de técnicos de jardín de infancia. "Vamos a aplicar la orden porque todas las guarderías en el País Vasco tienen que tener los mismos parámetros", señaló el teniente de alcalde, José Antonio Pizarro.

El modelo de guarderías de Vitoria, puesto en marcha por el anterior alcalde José Ángel Cuerda, había sido hasta ahora vanguardista, al primar el carácter educativo sobre el asistencial.