Los intereses del fuego en la tierra del agua
La doctrina oficial de la Xunta de Galicia sobre a quién beneficia este crimen ecológico ha pasado de señalar a una oscura trama sin identificar a apuntar a los pirómanos y a unos intereses relacionados vagamente con "los usos del monte", incluidos los urbanísticos.
Los ecologistas han apuntado tradicionalmente a los madereros, que responden que el fuego devalúa o desvaloriza completamente la madera (que, de todas formas, entra en el mercado). La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha aportado el concepto de la pervivencia en España de la "cultura del fuego".
Los agentes forestales consultados aportan un abanico de causas: los descuidados que queman rastrojos, los ganaderos que procuran pastos, los emigrantes que vienen una vez al año y utilizan el mechero en vez de la hoz para desbrozar sus propiedades. Y también, cerca de las ciudades, los intereses urbanísticos. "Le puedo dar el nombre de un monte de 60 hectáreas cerca de Ourense que tiene los días contados a causa de un proyecto de ocio", asegura uno.
El representante del sindicato nacionalista CIG abarca más: "El problema es que provincias como Ourense están en estado terminal. No hay políticas de aprovechamiento forestal ni separación de terrenos agrícolas. Las cuatro personas que todavía viven en una aldea ven que el monte les invade, y el monte no les vale para nada".
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