Yo, laicista
Parafraseando al señor Barrio, arzobispo de Santiago, en su discurso en la ofrenda del Apóstol el pasado día 25, y en relación a la oposición de los católicos (según él) al contrato matrimonial (civil, por supuesto) de las personas homosexuales: "El derecho de la Iglesia católica a emitir un juicio moral sobre las cosas que afectan al orden político", yo, como "laicista de la sociedad", también tengo el derecho a emitir un juicio moral sobre las cosas que afectan del orden religioso -católico en materia social, sobre todo si contraviene las normas y leyes que nos regulan a todos-.
No sé cómo de moral puede resultar, por ejemplo, el tratamiento económico que los profesores de Religión en las escuelas públicas (en las otras, lo desconozco) recibieron de vicarías y otras instituciones eclesiásticas, hasta que el Estado, a través del Ministerio de Educación, se hizo cargo de todas las obligaciones económicas (sueldo y Seguridad Social). ¿Por qué, antes, no cotizaron por ellos a la Seguridad Social, aun cuando se presupuestaba ese dinero por parte de las subvenciones recibidas del Estado para ese fin? Esta actitud "moral" ha hecho que muchos de esos profesores no puedan jubilarse con los años suficientes trabajados por no haber cotizado el mínimo exigido.
¿Acaso el tema de Gescartera, Financieras Vaticanas, o los más dolorosos casos de pederastía, no producen "la quiebra de la sociedad"? Mi aplauso al señor Blanco (PSOE) por su anuncio de la revisión del Concordato en el 2005, aunque me parece una utopía auténtica.
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