Entre el mar y la atalaya: la Granadella

Bajo una torre vigía y un antiguo castillo construido entre los siglos XV y XVI, erigidos para prevenir a la población de las incursiones moriscas, está la cala de Xàbia, La Granadella. A sus aguas turquesas y cristalinas se llega por una estrecha carretera que serpentea desde la cima del Cabo de la Nao, entre acantilados y bosques de pinos. Quizá por esto no haya demasiados turistas en esta cala. A diferencia de otras que se encuentran en el municipio, que suelen estar muy concurridas, a esta playa rústica suelen acudir sólo residentes de la zona.

Desde sus arenas, los bañistas pueden acercarse a los vestigios del castillo, que todavía conserva parte de su muro de sillería. La otra opción es buscar el sendero que lleva a la majestuosa torre vigía, una atalaya que parece a punto de saltar del acantilado. A diferencia de los antepasados del lugar, quien consiga llegar a ella podrá otear las posibles hordas de turistas que arriban desde el interior y no desde el mar.

AGUA

ø Excelente. La temperatura ronda los 23 grados. Tanto el análisis de las aguas de la cala, como el aspecto, ha sido calificado de excelente. En los últimos cuatro años, sólo en una ocasión ha dejado de tener bandera azul.

ARENA

ø Excelente. El aspecto de la arena es excelente, aunque a lo largo de sus 220 metros de cala a veces nos encontraremos con bolos y rocas. La arena es gruesa y, como el resto de la playa, está muy limpia.

SERVICIOS

ø Aceptables. Acceso para personas con movilidad reducida, informes del estado del mar, torre vigía, puesto de la Cruz Roja, teléfonos, aseos y resta

urante.