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Tribuna:PAÍSES, PAISAJES Y PAISANAJES | FÓRUM DE BARCELONA | Opinión
Tribuna
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Teorema del 'Aserejé'

Loable el esfuerzo de los organizadores del Fórum por dar a conocer la cosa en los países de Iberoamérica. El pasado domingo, varios de los más importantes rotativos del Cono Sur entregaban un suplemento íntegramente dedicado al tema. En dicha revista aparecía en portada una fotografía en color de un grafito con decenas de caras, que representaban -o así lo interpretamos nosotros- ese modelo nyikris de diversidad y multiculturalidad que tan latosamente nos proponen los organizadores del evento.

Así, a primera vista, advertir a los publicistas de que algunas de esas caras expresan una mala leche significativa. Semejante a la que nos invade si nos ponemos a pensar en un foro que nos vende cultura como si fueran verduras en un mercado de abastos.

Y no es que tengamos nada contra las hortalizas. Líbrenos Dios de tal desvarío. Aceptamos que las verduras están repletas de buenas intenciones -son ecológicas, sanas y verdes por naturaleza-. Pero, reconozcámoslo ya, son tan aburridas, insulsas e insípidas como muchas de las explicaciones que nos dan los portavoces del Fórum. Justificaciones de idéntico sabor y textura a la de esos platos de verdurita que sirven en los geriátricos.

-Cómaselo todo, don Froilán, que ya verá lo bien que le sienta.

Y don Froilán se lo come todo porque le han dicho que así vivirá muchos años. Sin que nadie le haya preguntado a él qué es lo que piensa sobre eso de matusalenizarse ingiriendo vegetales. A la ciudadanía nos pasa lo mismo que a don Froilán, que nos organizan la vida, mayormente sin preguntarnos.

Barcelona sigue bajo el síndrome olímpico. Ahora, rememorando antiguos momentos gloriosos, ha pretendido volver a regalarse los oídos con alabanzas unánimes y entusiastas. Ha querido ponerse otra vez en el mapa internacional y que todo el planeta pregunte por ella. Bien claro lo pone en la portada del suplemento argentino del que hablábamos: "El mundo cabe en una ciudad". Y nos quedamos tan anchos. Definitivamente, la humildad no parece ser una de las características de este consistorio y en particular de este alcalde, que no duda en ponerse bailongo para dar la nota ante la ciudadanía al ritmo del plasta de Carlinhos Brown, pensando que así nos va a caer más simpático. Pues no señor.

El mundo no cabe en una ciudad, ni esta ciudad se hará famosa por un Fórum, ni falta que nos hace. Incluso tenemos la firme convicción de que son otras cosas las que le vienen a la cabeza a la gente que no vive aquí, cuando oyen hablar de Barcelona. El Barça y -para los más culturetas- Gaudí. Ni rastro de ese encuentro entre culturas, que no despierta la menor curiosidad en el resto del universo. Tenía razón Núñez cuando decía que la ciudad llevaba el mismo nombre que su club de fútbol. Triste sino el de esta sociedad, cuya principal representatividad recae en 11 señores que cobran un pastón por hacernos olvidar nuestras miserias cotidianas, desde una televisión encendida que vomita deporte, insultos, griterío y mentiras. Quizás tendríamos que olvidar menos y recordar más esas miserias, para tratar de resolverlas en lugar de mirar hacia otro lado.

Pero respiremos tranquilos. Barcelona será sede de debates cruciales, chiripitifláuticos e hiperbólicos para la humanidad. Aunque lo que cruzará los océanos seguirá siendo el Aserejé, que ha hecho más por la interculturalidad y la identidad planetaria que todos los diálogos por la paz y el parlamento de las religiones juntos. Mientras tanto, allende nuestras fronteras metropolitanas, el mundo seguirá sin saber de qué va el Fórum.

Si apenas lo sabemos los de aquí, cómo lo han de saber los de allá.

Y es que Barcelona y yo somos así, señora.

Accidents Polipoètics son Rafael Metlikovez y Xavier Theros.

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