Un incendio arrasa 1.000 hectáreas en San Martín de la Vega y Getafe

Más de 1.000 hectáreas de pasto, monte bajo y de pinares devastados, y 80 personas desalojadas la pasada noche de sus viviendas. Ésa es la huella dejada por el incendio declarado el pasado miércoles por la tarde en La Marañosa, entre San Martín de la Vega y Getafe, y que a primera hora de ayer ya estaba controlado. El fuego comenzó en el vertedero de Pinto. Hasta el municipio de Getafe se vio envuelto por el humo procedente del siniestro. En las labores de extinción participaron unas 400 personas, según informaron fuentes de Emergencias 112.

El incendio comenzó sobre las seis de la tarde del miércoles en el vertedero del municipio de Pinto y pocas horas después se extendió por la zona de La Marañosa, un paraje natural protegido que pertenece a los términos municipales de San Martín de la Vega y de Getafe, en el parque regional del Sureste. "El fuego se originó en el vertedero, posiblemente por combustión espontánea", informó el inspector de guardia del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, Luis Villarroel. Varios guardias forestales desplazados en la zona corroboraron esta versión.

El viento propagó el incendio primero a una zona de pasto y matorrales, y después las llamas fueron extendiéndose por el paraje. La columna de humo que se formó era tan alta que se podía ver desde Villaverde y hasta en el distrito de Puente de Vallecas.

El fuego, que se controló a primera hora de la mañana de ayer, quedó apagado a escasos metros de la Fábrica Nacional de Productos Químicos, que pertenece al Ministerio de Defensa y que tiene un campo de tiro, una fábrica de armas y una zona para experimentar con detonaciones. Varios miembros de seguridad vigilaban ayer la entrada de las instalaciones, rodeadas de pasto chamuscado.

El jefe del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, Javier Sanz, estimó en "unas 1.200 hectáreas" la superficie calcinada, formada por pasto, cereal, matorral, monte bajo y pinares. El vicepresidente primero de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, declaró en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Gobierno que las hectáreas quemadas ascendían a 1.000, de las que 300 correspondían a superficie arbolada.

Campo teñido de negro

La zona afectada presentaba ayer una imagen desoladora. El fuego cruzó la carretera que une Perales del Río con San Martín de la Vega (N-301) y asoló el paraje a ambos lados de la vía. Con el fuego ya controlado y el campo teñido de negro, el viento levantaba remolinos de cenizas que se extendían a lo largo de la carretera. Durante las primeras horas del incendio, la vía, que nace en la autovía de Andalucía (A-4), una vez pasado el nudo sur, fue cortada al tráfico para facilitar los trabajos de los bomberos.

Unas ochenta personas residentes en una zona cercana al incendio, formada por casas bajas, fueron desalojadas y pasaron la noche en distintos alojamientos habilitados por el Ayuntamiento del municipio de San Martín de la Vega. Ninguna de sus viviendas resultó afectada. Varios de los vecinos tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos por ataques de ansiedad. Al mediodía de ayer, todos regresaron a sus casas, según informaron desde Emergencias 112.

En las labores de extinción del incendio participaron unas 400 personas que trabajaron más de 16 horas sin apenas descanso. Hasta el lugar se desplazaron, entre otros, bomberos de la Comunidad de Madrid, dos hidroaviones contraincendios, cuatro helicópteros, retenes de la Dirección General del Medio Natural, de Guardia Civil, agentes de Policía Nacional, agentes de la Policía Municipal de San Martín de la Vega, y ambulancias del Summa y de Cruz Roja. Cuatro dotaciones de bomberos del Ayuntamiento de Madrid también ayudaron en los trabajos.

Los cambios en la dirección del viento y el fuerte calor dificultaron las labores de extinción. A última hora de ayer permanecían en el lugar ocho dotaciones de bomberos y ocho retenes de la Dirección General del Medio Natural para evitar que el incendio se reactivase.

Muchos curiosos se acercaron hasta el lugar para comprobar los estragos del incendio. Algunos, incluso, se sentaron con sillas plegables sobre la ceniza para observar mejor los trabajos de los bomberos. "Estábamos cerca y lo hemos oído por la radio y hemos venido a verlo", comentó una pareja de Pinto. Los márgenes del paraje, en algunas zonas, estaban repletos de botellas de plástico y de otras basuras.

La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Getafe cifró en unas 500 hectáreas la superficie de su término municipal afectada por el fuego. De esos terrenos, "unas 400 hectáreas corresponden a monte bajo y pastos, y otras cien a pinos", según el dictamen del servicio de inspección ambiental del Consistorio getafense.

La parte de monte de Getafe que ha ardido se denomina cerro Bastante y La Filipina, alejadas ambas de los núcleos urbanos. Las viviendas más cercanas a la zona calcinada son las que pertenecen al barrio getafense de Perales del Río, a unos dos kilómetros del siniestro.

El casco urbano de Getafe dista 10 kilómetros de La Marañosa. Aunque el fuego no provocó heridos, dos personas fueron atendidas por inhalación de humo en el hospital de Getafe. El concejal de Seguridad getafense y alcalde en funciones, David Lucas, visitaron la zona siniestrada. "El fuego está controlado y el humo que impregna la ciudad de Getafe se debe al viento que sopla en dirección a la ciudad. Los vecinos no tienen que preocuparse", declaró el edil.

Éste es el segundo incendio forestal que se produce en el municipio getafense en menos de una semana. El pasado día 21 el fuego arrasó seis hectáreas de pino bajo y de ciprés en el conocido como cerro de los Ángeles. Se quemaron más de 300 árboles.

Denuncias ecologistas

Diversas asociaciones de defensa de la naturaleza, entre las que se encuentran organizaciones como Ecologistas en Acción, Jarama Vivo y Amigos de la Tierra, denunciaron que éste es el tercer incendio que se produce en la zona en menos de un año. El verano pasado ardieron más de 500 hectáreas del mismo pinar, un poco más al norte de la superficie quemada ahora. En esa ocasión el fuego también estuvo a punto de afectar a la Fábrica Nacional de Productos Químicos. "Resulta lamentable que en este espacio natural, supuestamente protegido, pueda producirse un nuevo incendio", denunciaron los ecologistas, que exigieron la reunión urgente de la Junta Rectora del Parque del Sureste. Uno de los peores años para la zona de La Marañosa fue 1996, cuando el paraje sufrió en el mismo verano cuatro incendios.