El fundador de Critical Art se enfrenta a 20 años de cárcel por comprar bacterias por correo
La comunidad artística y científica estadounidense no sale de su asombro. El Gran Jurado ha exculpado a Steve Kurtz, fundador de Critical Art Ensemble (CAE) y otros miembros del célebre colectivo, de la acusación de bioterrorismo. Sin embargo, ha reenviado a juicio Kurtz y Robert Ferrell, jefe del departamento de genética de la Universidad de Pittsburgh, bajo la acusación de fraude postal, un cargo que habitualmente se aplica a quienes estafan dinero y propiedades a través del telemarketing. Se le acusa de haber adquirido por correo, por 256 dólares, bacterias completamente inofensivas, necesarias para un proyecto de CAE sobre los peligros de la biotecnología.
Kurtz se enfrenta a una acusación de 20 años de cárcel. Por el momento le ha sido retirado el pasaporte, se le ha restringido la posibilidad de movimiento en Estados Unidos, puede recibir visitas inesperadas de su agente de la libertad condicional y debe someterse a tests periódicos para detectar el posible uso de drogas.
En apoyo de Kurtz se han manifestados numerosos científicos. "El arte y la ciencia son formas de la investigación humana y su libertad debe ser preservada como parte de una democracia saludable, así como el sentido de las proporciones", afirmaba la prestigiosa revista Nature, aludiendo a la desproporcionada acusación a la que se enfrenta el reconocido artista. "Estoy absolutamente asombrado. El profesor Kurtz utilizaba organismos inocuos, para concienciar al público sobre el peligro de las armas biológicas", ha afirmado Donald Henderson, académico del Centro de Bioseguridad de la Universidad de Pittsburgh, que recientemente fue galardonado por el presidente Bush por su papel en la erradicación de la viruela. "El material de Kurtz es política y no físicamente peligroso", ha dicho Mary-Claire King, la genetista que descubrió la existencia de un gen causante del cáncer de mama hereditario. Numerosas son las muestras de apoyo también desde el mundo de la cultura, como la de Autonomedia, que ha publicado cinco libros de Kurtz.
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