"El Fórum es ya el tercer acontecimiento internacional periódico"
Pregunta. El Fórum ha pasado el ecuador y parece claro que la cifra de cinco millones de visitantes no se alcanzará. ¿Eso no es un problema?
Respuesta. No, es una constatación de una realidad. Hemos diseñado un acontecimiento de unas características nuevas, pero con una estimación basada en el modelo de exposición universal. Lo que constatamos es que la temática del Fórum no es la misma y atrae a menos gente. Eso permitirá que las nuevas ediciones hagan nuevas apreciaciones y que no se comparen con las expos, sino con nuestra experiencia, teniendo en cuenta que en Barcelona hemos hecho una mezcla de oferta cultural muy basada en una dualidad muy contundente: la oferta del recinto y la de la ciudad.
Barcelona debe tener tres metas: investigación, estudios estratégicos y humanidades
Si el Fórum genera déficit, éste no será superior al 5% o el 7% del presupuesto
P. Pero la oferta del recinto de Fórum no ha atraído a cinco millones de personas...
R. Escogimos una cifra aproximada porque no había antecedentes de una convocatoría de cinco meses sobre temas culturales basada en exposiciones temáticas y diálogos. Hasta ahora tenemos más de 1,3 millones de visitantes, otra cosa es que imaginásemos que serían más. La realidad es la que es. Contemplado desde otro punto de vista, sin pabellones nacionales, sin el dinero que ponen los Estados para una expo, conseguir que tantos visitantes hayan ido a ver temas de contenido está bien. Eso quiere decir que el Fórum es una nueva categoría de acontecimiento internacional que se puede organizar en muchas ciudades, incluidas las del Tercer Mundo, de las que huyen el sistema de los Juegos Olímpicos y de las exposiciones universales.
P. La cuestión es que las previsiones de visitantes tenían su reflejo en la partida presupuestaria.
R. La taquilla era sólo el 20% del presupuesto global -327 millones de euros-. Nosotros no nos los jugamos todo a la taquilla y eso ahora representa que podamos estar en un margen del 5%, 6% o 7 % . No estamos hablando de un descalabro.
P. Por ingresos de taquilla se fijaron 62 millones de euros. ¿Y si se quedan en la mitad?
R. Tenemos una partida para imprevistos y otros mecanismos de protección.
P. ¿Tantos como para evitar cerrar con déficit?
R. Eso ya lo veremos al final. Pero sí como para que el déficit no supere el 5% o el 6% del presupuesto.
P. Y eso ¿lo pagará la ciudad?
R. Sí. O lo negociaremos o renegociaremos con las otras administraciones, ya veremos. Lo que sabemos es que el margen de riesgo es perfectamente manejable para la ciudad.
P. ¿No sería un mal final que acabe con déficit y, encima, sin despertar pasiones?
R. La gente que acude sale muy satisfecha.
P. Pero ¿y los que no van?
R. Es que hay mucha gente que no está interesada en la cultura. Es una constatación que no es precisamente motivo de alegría. Es evidente que vendemos un producto más difícil que un parque temático. Hemos ido a buscar un modelo nuevo y lo hemos asentado, se ha constituido una fundación y hay ciudades que quieren organizar los otros dos encuentros posteriores. Eso le da un impulso que hace que el Fórum se establezca como el tercer gran acontecimiento internacional periódico.
P. El resultado hubiera sido distinto con un recinto abierto o semiabierto, ¿no?
R. Eso forma parte de las posibilidades futuras de organización y dependerá de la coyuntura internacional, de la seguridad, de las posibilidades económicas de cada ciudad organizadora. En el caso de Barcelona hicimos una parte de la previsión de ingresos que procedían de las entradas y, en coherencia con esa decisión, no podíamos hacer según qué replanteamiento a medio camino. Pero eso queda para el futuro de las ciudades que organicen los siguientes.
P. En el recinto cuesta apreciar el valor de la diversidad del Fórum. ¿No será por los precios?
R. No creo que los precios sean barrera porque a través de las asociaciones, entidades y otros colectivos se podía tener acceso. El precio no ha sido la barrera...
P. Entonces, ¿cuál?
R. Ése es otro tema. Nos ha sorprendido que el nivel medio de estudios de la gente que va al Fórum esté por encima de la media de la población. Eso quiere decir que nos ha faltado una difusión más popular del acontecimiento.
P. Hay un sector amplio de la población, sobre todo jóvenes, contrario no sólo al Fórum, sino también al modelo de ciudad. El jueves ocuparon las sedes del tripartito. ¿Qué responsabilidad tiene el gobierno de la ciudad?
R. Hay una dualización de nuestra sociedad y es el resultado de las políticas neoconservadoras de los últimos años, que han bajado los impuestos directos a las capas más favorecidas y han subido los indirectos. Y ésa es la raíz profunda de la victoria del PSOE. El enfado y la constatación de la precariedad, la inseguridad de los jóvenes. Todo eso se nota y hay una minoría que lo expresa con actitudes antisistema.
P. Esa minoría sostiene que Barcelona se está convirtiendo en una ciudad excluyente y culpa de ello a su gobierno, no al del Estado.
R. Claro, porque todo se critica inmediatamente. La gente critica lo que está cerca, pero es evidente que nosotros no tenemos responsabilidad en los impuestos, ni en el precio de la vivienda, que se ha disparado en todo el país. Nosotros recibimos algunas bofetadas de las cuales no somos responsables. ¿Cree que el tripartito que se acaba de constituir es responsable del precio de la vivienda? En cambio, ocuparon las tres sedes. Hay en este sentido una cierta comodidad en estos movimientos radicales al irse a quejar a los de la familia. Hemos reclamado unas políticas sociales al anterior Gobierno y a la Generalitat, y lo seguiremos haciendo. Lo que nos toca a nosotros es desarrollar los barrios, garantizar el equilibrio territorial, generar espacio público, mejorar las escuelas, promover un urbanismo cualificado y acordar con el Estado y la Generalitat las políticas de vivienda y enseñanza.
P. Uno de los objetivos de la ciudad, la Carta Municipal, sigue sin velocidad y eso que ahora los gobiernos son amigos. ¿Qué pasa?
R. No es verdad. En tres meses de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hemos conseguido Montjuïc, la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) y la promesa de la Carta. La CMT ya la pedí en 2000. Y con el Gobierno catalán ya hemos cerrado el plan sanitario, y también el despliegue de los Mossos.....
P. Pero no hay acuerdo para el traspaso de las competencias de Bienestar Social de la Generalitat a la ciudad...
R. Sí, eso cuesta más. Se ha dado un plazo de nueve meses para hacer la valoración de las transferencias. Nosotros estamos dispuestos a aceptar las transferencias de educación primaria con un adecuado acuerdo de financiación con el Gobierno de la Generalitat. Con el plan sanitario, las competencias en bienestar social y la nueva propuesta surgida del presidente de la Generalitat de hacernos cargo de la enseñanza primaria, el Ayuntamiento pasaría a gestionar en torno al 20% o 22% del sector público, frente al 12% o 13% actual. Y eso sí es un salto adelante.
P. El traspaso de enseñanza primaria ¿tiene fecha?
R. Para final de mandato. Hemos empezado a hablar, al más alto nivel. Estoy totalmente predispuesto a llegar a un acuerdo con la Generalitat para gestionar las escuelas hasta los 12 años. El Ayuntamiento gestionaría toda la red pública, la que ya existe. La enseñanza primaria, bienestar social, el consorcio de vivienda, el AVE, la Carta y el área metropolitana son el futuro del gobierno de la ciudad.
P. ¿Y qué proyectos?
R. Barcelona quiere contribuir a salir del ensimismamiento de los temas de debate habituales de la cultura catalana. Tenemos tres ejes de actuación. Uno es la constitución de un bloque de estudios estratégicos con la suma del Instituto del Mediterráneo, la Casa Asia y el CIDOB, agrupados o coordinados por un gran acuerdo entre la Generalitat y el Ayuntamiento en el que tienen que estar presentes las univesidades. El segundo punto es la investigación científica, con los acuerdos a los que se ha llegado con el parque de la investigación biomédica, más el 22@ y el campus de Llevant. Y el tercero es generar con todas las instituciones culturales, pero prinicipalmente con el Centro de Cultura Contemporánea, el Macba y el Fomento de las Artes Decorativas (FAD) -todos ellos situados en el Raval- la faceta más humanista y del arte. Eso por un lado. Y seguir con el equilibrio del territorio, cuidando el espacio público, con todo lo que es la gestión de la ciudad.
P. ¿Barcelona no ha quedado en la retaguardia con el nuevo panorama político de gobiernos de izquierda en el Estado y la Generalitat?
R. Bueno, antes Barcelona era el portaaviones de la izquierda. Ahora la ciudad tiene otra función. Hasta ahora, teniendo los gobiernos que teníamos, en el Estado pedíamos infraestructura e inversión. Pero con gobiernos amigos tenemos que culminar el AVE, la Sagrera, la Carta..., y la ciudad debe tomar el relevo en aspectos más vinculados a la innovación. Quiero decir que la función de la ciudad es ser la punta de lanza de las propuestas y ese papel lo podemos desempeñar porque hasta ahora teníamos que negociar cosas como el trazado del AVE.
P. Hace un año digería la bofetada electoral. ¿Ahora cómo afronta el congreso del PSC?
R. Con una agenda muy concreta. Sabemos lo que queremos hacer y damos todo el apoyo a la Generalitat y el Parlament para la reforma del Estatut y que para plasmen su política municipalista en el pacto tripartito. Ahora hay que recoger cosas que sembramos hace 5 o 10 años. Por ejemplo, con la ubicación de empresas. Ahora ya se ven Abertis, Agrolimen, Planeta, Aguas de Barcelona, Gas Natural..., y además con edificios que las identifican. La gran diferencia de Barcelona con otras ciudades europeas era que no teníamos las sedes de empresas importanes. Y si la política progresista en el Gobierno puede garantizar el Estado de bienestar con seguridad en el trabajo, la crispación que hay ahora irá desapareciendo.
P. Y en el 2007, ¿se presentará a la relección?
R. Claro, ¡cómo no me voy a presentar!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.