La Audiencia obliga a Gaspart a devolver la explotación del Ritz a la familia Muñoz
"La titularidad del negocio Hotel Ritz de Barcelona corresponde, en exclusiva, a la parte actora [la familia Muñoz Ramonet]". Tan incontrovertible afirmación, recogida en un auto dictado por la Audiencia Provincial de Barcelona la semana pasada, parece el fin de la odisea jurídica por la que ha transitado el histórico hotel desde que Joan Gaspart compró el edificio en 1975 en una subasta, tras haber sido embargado a la familia Muñoz Ramonet. El auto obliga a ejecutar dos sentencias del Tribunal Supremo que aclaraban que la titularidad del inmueble no llevaba consigo el uso de la marca ni la explotación del negocio, por lo que instaba a la cadena Husa, propiedad de Gaspart, a traspasarlo a la familia Muñoz Ramonet.
Gaspart sorteó la prohibición de la marca con una licencia de uso de signo otorgada por Hotel Ritz Madrid, titular del nombre comercial, lo que ha hecho de Barcelona la única ciudad del mundo con dos hoteles Ritz, y además, colindantes: el gestionado por Husa y el Hotel Ritz Barcelona, que abrió en 2000 la familia Muñoz Ramonet.
En opinión de Jorge Muñoz, el auto demuestra que "Gaspart sólo es el casero". Asimismo Muñoz anuncia que pedirá el pago de todos los beneficios que ha generado el hotel desde 1993, cuando el Supremo se pronunció por primera vez. La solución, opina, sería pagar un alquiler mensual a la cadena Husa.
Jorge Gilabert, abogado de Gaspart, ha pedido al tribunal que aclare cómo ha de ser ejecutado el fallo, ante el cual no cabe recurso. En su opinión, la Audiencia sólo obliga a su defendido a devolver el 30% de los bienes muebles (cuberterías, vajillas...), que fue objeto de un pleito anterior, pero no a traspasar la explotación.
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