"Avisé de los explosivos un año antes"
El pasado 14 de julio, el confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier, imputado por los atentados del 11-M e implicado en la trama de los explosivos, declaró ante el Juzgado de Valdemoro por un supuesto delito de amenazas de agentes del instituto armado contra él. Lo que sigue es una reconstrucción del interrogatorio basado en el acta judicial:
Pregunta. ¿Cómo ocurrieron los hechos?
Respuesta. Las amenazas comenzaron el 19 de marzo cuando fui detenido. Fui bien tratado por las personas que me detuvieron, que son los mismos guardias civiles que yo conocía porque un año antes les informé de la persona que vendía explosivos. Conozco a los guardias civiles porque trabajo por la noche en locales donde suele ir la Guardia Civil. Yo vendo hachís. Cuando me enteré de lo de los explosivos se lo dije a la Guardia Civil.
P. ¿Conoce a las personas que le detuvieron?
R. Uno se llama Rafa y otro Víctor.
P. ¿En qué consistieron las amenazas que usted denunció ante el Ministerio del Interior?
R. Me trataron bien para que no dijera nada al juez. Yo les había dicho hace un año quién vendía explosivos, con nombres y apellidos, con los coches que tenían y cómo la policía no había hecho nada para evitar el atentado. Por eso me trataron bien, para que no dijera nada.
P. ¿En qué consistieron las amenazas?
R. Cuando estuve detenido en el cuartel de la Guardia Civil, los primeros cinco días, en los interrogatorios, son las declaraciones que constaban por escrito, fue cuando ocurrieron estas cosas, y después del quinto día, cuando yo estaba en la Policía Nacional, recibió una llamada del capitán de la Guardia Civil diciendo que tenía una herida en la mano por explosivos. La Guardia Civil ya lo sabía porque me dijeron que fuera a Asturias a recabar más información. Allí me dieron una muestra de explosivos y un detonador y obtuve más información. La policía me dijo que me habían abandonado y que me iban a joder.
P. ¿En qué consistieron las amenazas?
R. No recibí amenazas directamente, sólo me dijeron que no dijera nada, que si no me iba a comer los 200 muertos.
P. ¿Quién fue a verle a la prisión de Valdemoro?
R. Tres personas. Rafa y otros dos que no conocía. Uno se llamaba Paco y el otro sólo escribía. Me dijeron que no dijera nada de los explosivos porque si no me iba a comer los 200 muertos. No recibí amenazas, me trataron bien pero me dijeron que no dijera nada.
P. ¿Le dijeron si le iban a mandar a un sicario a la cárcel para matarle?
R. No. Recibí una llamada en la prisión de Mario, que me dijo que era un chivato porque había salido en los periódicos y me iba a mandar a alguien para matarme.
P. ¿Cuándo fue la primera vez que recibió visita de los agentes?
R. No recuerdo. Sobre mayo o abril.
P. ¿Cuántos eran?
R. Tres, entre ellos Rafa, el mismo que me detuvo.
P. ¿Ese Rafa es el mismo al que conocía del local donde trabaja por la noche?
R. No, a ese Rafa no le volví a ver, es otro Rafa de la Brigada Antiterrorista, que es quien me detuvo junto con Víctor y el que fue a visitarme a prisión.
P. ¿Le informaron sobre el objetivo de la visita?
R. Me preguntaron si sabía más datos sobre los asturianos y sobre la investigación del 11-M. Me dijeron que no dijera nada de los explosivos. Yo les avisé en 2003. Me dijeron que estaban conmigo y que me iban a sacar de la cárcel.
P. ¿Se sintió amenazado?
R. No.
P. ¿Hasta ese momento había denunciado a algún agente de la Guardia Civil por malos tratos, amenazas o coacciones?
R. Me sentí abandonado y tirado. Lo único que hice fue avisarles y me dijeron que iba a tener problemas y me iba a comer los 200 muertos.
P. ¿Cuándo recibió la llamada del tal Mario?
R. Después de la segunda visita.
P. ¿Cómo se produjo la llamada?
R. Yo llamé a Mario porque tengo sus datos y su teléfono. Las amenazas comenzaron cuando salió en el periódico el nombre de Rafa y Víctor. Creo que fue el 6 de mayo.
P. ¿Quién le hizo esas amenazas?
R. Mario, por teléfono.
P. ¿Qué le dijo Mario?
R. Me preguntó si había hablado con algún periodista y le dije que no. Yo le pregunté que quién había publicado que yo era un chivato en el periódico El PAÍS o El Mundo. Y me dijo que había sido la Policía Nacional. Entonces decidí mandar una carta a El Mundo para decirles de qué me había chivado. Mario me dijo que mi cabeza valía mucho y yo le pregunté que eso qué significaba. Y me dijo que me querían matar. Y es entonces cuando siento miedo. Recibí otra amenaza de Mario por teléfono donde me dijo que quería venir a verme, que tenía que decirme algo a la cara, que no podía hacerlo por teléfono, me dijo que estaban cascando cosas en los periódicos que sólo las podía haber dicho yo y que si no podía venir a la cárcel me mandaría un chaval de confianza para hablar conmigo. Esto es una amenaza porque ¿a ver quién dentro de la cárcel de confianza me pueden mandar? Creo que la policía me ha puesto de chivato en contra de la Guardia Civil y no soy un chivato.
P. ¿Quién es Mario?
R. Un confidente de la Guardia Civil. Él me presentó a los dos guardias civiles para que les informara de lo de los explosivos.
P. ¿Se ha sentido directamente amenazado por la Guardia Civil?
R. No. Desde las publicaciones de los periódicos, mi madre se ha tenido que llevar a mi hermana pequeña a Marruecos, mi novia me ha escrito una carta diciéndome que le han llamado por teléfono para ponerla en mi contra, diciéndola que soy un terrorista, que he matado.
P. ¿Pero quién le ha amenazado?
R. Mario y los agentes que me han dicho que no diga nada porque me voy a comer los 200 muertos y voy a tener problemas. Y la Policía Nacional que me dijo que le dijera al juez que había ayudado a la Guardia Civil.
P. ¿Es mentira lo que dicen los medios de comunicación?
R. Lo que pone Interviú es mentira parte si y parte no.
P. ¿Y lo de El PAÍS?
R. Es mentira que yo me haya chivado a alguien de que nadie trafique con hachís.
P. ¿Y lo de El Mundo?
R. La cabecera no es cierta. Yo no he denunciado a nadie de la Guardia Civil. Sólo he denunciado las amenazas de Mario. Estoy muy mal. Quiero saber por qué estoy en la cárcel. Yo he dicho la verdad. Que me dejen salir y no escribiré a los periódicos.
P. ¿Quiere decir algo más?
R. Todo el mundo está en mi contra porque estoy diciendo la verdad. La Guardia Civil y la Policía Nacional igual que me han dicho que no diga nada, aunque yo digo la verdad, han podido manipular las declaraciones de los asturianos y de los moros para que parezca que han hablado en contra de mí. No comprendo por qué estoy en prisión cuando he actuado bien. Informé a la policía de los explosivos. Me siento como una pelota que va de un lado a otro. No van a poder tapar el agujero tan grande del atentado conmigo. Me dicen que no avise a tiempo cuando avisé de los explosivos un año antes.
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