André Castelot, divulgador de la historia francesa
El historiador André Castelot falleció el pasado domingo en su domicilio de los alrededores de París, a la edad de 93 años. Si para la comunidad científica la desaparición de Castelot tiene una importancia muy relativa, para el gran público sí tiene un valor considerable, pues, entre 1947 y hasta ahora, el historiador había sido una figura importante al crear emisiones radiofónicas y televisivas de divulgación del pasado francés.
Nacido en Amberes en 1911, André Castelot tomó el apellido de su madre, que de pequeño le inició en los secretos de la historia, llevándole infinidad de veces de visita al castillo-palacio de Versalles. Después de la II Guerra Mundial conoce a Alain Decaux, un joven licenciado en historia, y entre los dos imaginan una colección de revistas y libros centradas en el pasado francés, expuesto siempre de manera novelada, muy accesible, al mismo tiempo que con una gran preocupación por la exactitud de los datos.
A partir de 1951 pone en marcha un programa radiofónico -La tribune de l'histoire- que seguirá en antena hasta 1997, y entre 1956 y 1966, siempre con Decaux, imagina La caméra explore le temps, una emisión televisiva que goza de gran audiencia. Durante esos años los dos colegas ponen en marcha una serie de espectáculos "son et lumière" destinados a dar un mayor atractivo turístico a los castillos del Loira o el de Compiègne.
La concepción de la historia compartida por Decaux y Castelot es la de tomar casi como única determinante la voluntad de los grandes personajes. De ahí que Castelot haya publicado 65 biografías y que Napoleón I y Napoleón III, Marie Antoinette, Fouché, Talleyrand, Charles X o la condesa de Du Barry figuren entre sus héroes preferidos. La historia de Castelot y Decaux reconciliaba el país con su pasado, la Revolución con la monarquía, el Imperio con la República, y todo, siempre, en nombre de la grandeur.
Su dominio de la dramatización o novelización del pasado hizo que las habilidades de Castelot también fuesen apreciadas por directores de grandes espectáculos teatrales destinados a ser explotados en estadios o palacios de congresos y deportes, como es el caso de sus guiones para Robert Hossein sobre las vidas de Jesús y Marie-Antoinette.
André Castelot había recibido el gran premio de la Academia de Historia en 1984 y por el conjunto de su obra.-
