Vladímir Putin destituye al jefe del Estado Mayor General ruso por la incursión chechena en Ingushetia

Un mes después de la sangrienta incursión guerrillera en Ingushetia, república rusa vecina de Chechenia, Vladímir Putin decidió destituir a altos mandos militares y de seguridad del Cáucaso Norte. La medida es un reconocimiento indirecto del fracaso del Kremlin en la región y de la ineficacia de quienes dirigen la guerra contra los separatistas chechenos. Putin aprovechó la ocasión para separar de su cargo a Anatoli Kvashnín, jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, al que se responsabilizan numerosas deficiencias del Ejército ruso.

Las tropas del Ministerio del Interior fueron las que sufrieron las más importantes bajas: Putin destituyó al comandante en jefe de éstas, el general Viacheslav Tijomírov, y al comandante de la tropas del Distrito Militar del Interior del Cáucaso Norte, el coronel general Mijaíl Labunets. Es precisamente el Ministerio del Interior el que oficialmente dirige la lucha contra la guerrilla independentista, con lo que estas destituciones son el lógico castigo por la incursión en Ingushetia de separatistas chechenos.

El pasado 21 de junio, decenas de guerrilleros fuertemente armados lanzaron ataques simultáneos contra tres localidades ingushes, entre ellas Nazrán. Los extremistas se dedicaron a la caza de policías y miembros de los servicios secretos rusos, mantando a cerca de medio centenar de ellos. Nadie se explica cómo los destacamentos de guerrilleros pudieron atacar por sorpresa la sede del Ministerio del Interior local, uno de los edificios más militarizados de la región. También es natural en este contexto el cese del coronel general Anatoli Yezhkov, el vicedirector del Servicio Federal de Seguridad responsable por el Cáucaso Norte.

El general del Ejército Vladímir Bóldirev es reemplazado a la cabeza del distrito militar del CáucasoNorte por Alexandr Baránov, que fue jefe del Estado Mayor en esa zona y dirigió en 2000 las fuerzas federales que luchaban contra los separatistas chechenos.

La caída de Kvashnín era esperada desde hace meses, y en los siete años que estuvo al frente del Estado Mayor General decenas de veces se le dio por destituido. A Kavshnín se le culpa de muchos de los errores cometidos durante la reestructuración de de las Fuerzas Armadas. Su cabeza fue pedida en varias ocasiones por altos oficiales, pero Kvashnín lograba capear todas las tormentas. Según algunas fuentes, fue él mismo quien presentó su dimisión, ante todo, por la aprobación de la nueva ley de Defensa. Esta ley, que todavía no ha entrado en vigor, reduce drásticamente la importancia del Estado Mayor General, que pasa a depender totalmente del titular de Defensa y pierde numerosas facultades, entre las que destacan la dirección de los distritos militares y de la retaguardia, así como la distribución de los medios del presupuesto militar. También influyó en la destitución de Kvashnín la lentísima actuación de los militares en la incursión de la guerrilla en Ingushetia: el Regimiento de Fusileros Motorizados, que estaba prácticamente al lado del lugar atacado, se demoró 12 horas en llegar, cuando los separatistas ya se habían esfumado.

Naturalmente, ninguna de estas razones figuran en el decreto del presidente Putin. El Kremlin y el ministro de Defensa, Serguéi Ivanov, agradecieron a Kvashnín por su contribución al "reforzamiento del potencial defensivo del país" y lo condecoraron con la Orden al Mérito. El nuevo jefe del Estado Mayor General y primer viceministro de Defensa es Yuri Baluyevski, de 57 años.