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Maragall consigue el apoyo de Matas a la eurorregión

Cumbre en Barcelona de los gobiernos catalán y balear

La ruptura de la Generalitat y el Gobierno de Baleares no ha durado 100 días. La fractura entre Barcelona y Palma, originada en mayo al abandonar el Ejecutivo balear el Institut Ramon Llull (IRL), fue cerrada ayer en Barcelona por los presidentes Pasqual Maragall y Jaume Matas, que quisieron oficializar una nueva etapa de "normalidad" para "intensificar la máxima colaboración en un plano de igualdad y autonomía", según señalaron al final de la cumbre celebrada por sus respectivos gobiernos. Los resultados se concretaron en la incorporación de Baleares a la eurorregión y en la defensa de las tesis de Maragall sobre financiación autonómica por parte de Matas.

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Las dos comunidades, gobernadas por ejecutivos distantes en su signo político, indicaron que "han pasado página" a su desencuentro para emprender un camino en el que piensan "construir un horizonte de colaboración", según Maragall.

La exposición de los acuerdos en las áreas económicas y culturales fue aliñada reiteradamente por ambos políticos con expresiones de mutua satisfacción y buenos augurios. "Con autonomía y respeto" y "cada uno en su casa", matizó Matas, tras recalcar los muchos vínculos de Baleares con Cataluña. El presidente balear señaló que los "derechos históricos" insulares son iguales a los de cualquier comunidad, en el marco del proceso de reforma autonómica y asignación de nuevos techos.

Los dos mandatarios entendieron que han "agregado valor añadido a las relaciones" y señalaron que tienen "especial interés en que se pueda identificar, visualizar y poner en marcha" la nueva etapa de coincidencias.

Las cumbres bilaterales quedaron institucionalizadas para el futuro. De entrada, los diferentes departamentos catalanes y baleares seguirán en paralelo los procesos de reforma autonómica, la negociación de la financiación y los graves déficit fiscales. También se buscará cooperación en el tratamiento y control de los procesos migratorios. En las finanzas de la sanidad y la educación, Palma y Barcelona plantean demandas semejantes. "Coincidencias totales", fue el dictamen de Maragall para muchos de los apartados citados. Matas incluso calificó de "valiente" la propuesta de copago de la sanidad y denunció su "demonización".

En el campo cultural, tras el hueco producido por la fractura del Institut Ramon Llull (IRL), la Generalitat compartirá las celebraciones y exposiciones de los centenarios de los poetas Joan Alcover y Miquel Costa i Llobera promovidos en Baleares, al tiempo que se impulsarán los encuentros de investigación avanzada y se abrirán cauces de colaboración técnica entre TV-3 e IB3, la futura televisión balear. La presencia en la Feria del Libro de Guadalajara (México) será del IRL y de la Generalitat, sin previsión de incorporación institucional balear.

Matas dio por definitivo "el adiós" al IRL y Maragall auguró que en varios años se habrá hecho más que nunca, más allá "de los nombres", para cerrar interpretaciones que fueron tachadas de "erróneas". Matas indicó que sugeriría al presidente de la Comunidad Valenciana que se sumara al proyecto de la eurorregión y el líder balear no vio "incompatibilidades" en esta colaboración autonómica con el llamado eje de la prosperidad, en el que ya colaboran las comunidades de Madrid, Valencia y Baleares, las tres del PP. Pero ayer mismo el consejero de Presidencia del Gobierno valenciano rechazó esta proposición.

La propuesta intercomunitaria de Maragall fue secundada por Baleares y, según Matas, "puede ser positiva para los ciudadanos de las islas. Si lo hacemos bien, puede ser realmente interesante".

Conexión eléctrica

La primera cumbre entre los gobiernos catalán y balear resolvió la mayoría de las cuestiones pendientes. Todas menos una: la conexión por cable de Baleares con la red eléctrica peninsular a través de la central nuclear de Vandellòs (Baix Camp), que reclaman todas las fuerzas insulares y prevé la política del Estado para energía. Pasqual Maragall congeló la respuesta definitiva para no condicionar, dijo, el "modelo" de energía nuclear.

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