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La policía, tras la pista de dos bandas juveniles que asaltan hoteles de lujo

Los integrantes, la mayoría menores, roban coches de lujo que luego usan en los atracos

La policía está tras las pistas de al menos dos bandas juveniles -la mayoría de sus miembros no alcanzan los 18 años- que por las noches se dedican a sembrar el terror en hoteles, gasolineras y locales públicos de la Comunidad. A una sola de estas bandas se le atribuyen 10 asaltos a hoteles de lujo de Madrid entre febrero y marzo pasados, y a la otra, decenas de robos en gasolineras, así como numerosas sustracciones de coches de lujo, que roban al descuido de sus dueños y que luego usan para empotrarlos contra escaparates o huir a toda velocidad.

Por la mañana visten ropa deportiva y de marca y se pasean en espectaculares coches de lujo. Vehículos que, para esquivar las sospechas policiales, ponen a nombre de sus novias o familiares. Por las noches, en cambio, se enfundan pasamontañas, cogen bates de béisbol, cuchillos jamoneros y barras de hierro, y se lanzan con una inusitada temeridad a por sus criminales objetivos.

Los asaltos a hoteles y gasolineras son su especialidad, aunque no desdeñan los alunizajes (empotrar potentes coches robados contra escaparates de comercios para robar su contenido).

Un informe policial revela que se trata de bandas juveniles perfectamente jerarquizadas, muy peligrosas y difíciles de desmantelar, ya que sus miembros cometen los robos y asaltos encapuchados para que no se les vea la cara en las cámaras de seguridad, y además llevan guantes para no dejar huellas.

En los últimos meses, la policía ha detenido a algunos miembros de estas bandas, pero al ser éstos menores, quedaron en libertad y luego han vuelto a las andadas. Es el caso, supuestamente, de D. A., con 34 detenciones, y de J. H. S., ambos de 16 años y de nacionalidad colombiana, detenidos a finales de marzo por su presunta participación en una decena de cruentos asaltos nocturnos a hoteles de Madrid provistos de capuchas de muñecos de Disney, según fuentes jurídicas.

La policía les teme por su agresividad. Para sus fechorías, llevan potentes vehículos robados de las marcas Jaguar, BMW o Mercedes. Actúan en grupos de cinco y seis personas y en sus acciones siempre llegan al límite. No les importa la proximidad de las sirenas policiales si delante de ellos hay un buen botín. En el momento exacto emprenden huidas temerarias que incluyen persecuciones policiales por las calles de la ciudad.Los agentes tienen grandes dificultades para capturar a estas bandas debido a la diferencia de cilindrada de los coches policiales con respecto a los de los atracadores.

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Riesgo policial

Según la policía, los integrantes de las bandas son muy solidarios y disciplinados. Cuando algún miembro cae en las redes de la policía, lo habitual es que los demás acudan a su rescate. Dan la vuelta al coche y arremeten contra el de la policía y los agentes que se interpongan. La policía teme incluso que pueda resultar muerto algún agente en alguna acción de estas bandas.

Al frente del grupo hay un jefe, que días antes busca el objetivo y prepara el golpe. El segundo de la banda es quien conduce el coche robado y, en su caso, efectuar el alunizaje. Otro de los integrantes es el aguadero, que controla el tiempo del robo y avisa si llega la policía -usan escáneres para controlar los movimientos de los agentes y lo que éstos hablan por su emisora-. Los peones son los que en la práctica ejecutan el robo. La organización es muy estricta, hasta el punto de que algunos peones han sido expulsados de la banda por su desmesurada afición a las drogas, según fuentes policiales.

La minoría de edad de casi todos los miembros de estas bandas les da cierta impunidad. Saben que si son capturados quedarán en libertad casi de inmediato, puesto que difícilmente se priva de libertad a un menor por robar un coche o en un establecimiento. La mayoría de sus integrantes residen en Alcobendas y San Sebastián de los Reyes.

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