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Entrevista:MANUEL GONZÁLEZ DEVESA | Presidente del Club Náutico de Dénia

"Que la Copa América no sea como las Fallas"

Miquel Alberola

Pregunta. ¿Desde cuando le apasiona la navegación?

Respuesta. Empecé a navegar a los 10 años, coincidiendo con la fundación del Club Náutico de Dénia. Mi padre era uno de los directivos y me metió el veneno.

P. ¿Navega más que compite?

R. He competido más que navegado. Desde hace unos años me metí en la organización de regatas y no es compatible con la competición, pero lo hago como amater.

P. ¿Qué significa para usted navegar?

R. Es una filosofía de vida. Cuando navegas a vela te encuentras con un enemigo más fuerte, la naturaleza, a la que tienes que aprender a respetar y entender, pero también tienes que llegar a tu baliza de barlovento con los medios que tienes y respetando las reglas del juego, en las que no caben términos medios: o es sí o es no. Es un buen campo para aprender lo que es la vida y tomar decisiones.

P. ¿La vela es un deporte de ricos?

R. Es más un tópico que una realidad. El deporte es caro en general, y la vela tiene esa percepción social de ser de ricos por sus orígenes (aquella famosa frase de "La vela es el el rey de los deportes y el deporte de los reyes"). Actualmente la vela ligera está al alcance de la sociedad media: no es más cara que una moto o una buena bicicleta de carbono.

P. ¿La Copa del América ha levantado más expectativas que inquietudes para la vela?

R. La Copa América es la estrella del marketing y la publicidad en el mundo de la vela, es una competición estrictamente tecnológica con una gran capacidad de atraer a los medios, y eso permite acometer grandes inversiones. Hasta ahora se ha celebrado en ciudades que ya lo tenían todo hecho, pero aquí hay mucho por desarrollar. El evento puede traer de bueno que se hagan esas infraestructuras y luego quede algo. Es lo que nos preocupa: que la Copa América no sea como las fallas, que son preciosas, se queman y al día siguiente ya no queda nada. Ojalá tras el evento queden unas infraestructuras, unos medios y un concepto de lo que es este deporte.

P. Aquí la vela parece más un pretexto que un fin.

R. Para los que estamos metidos en el mundo de la vela como deporte es un sueño tener una regata de este tipo. Probablemente, en otros ambientes políticos es un pretexto para desarrollar cosas que en otro momento sería difícil.

P. ¿Qué interacción debería tener el acontecimiento con el mundo de la vela?

R. Es una opinión estrictamente personal: hay una falta de comunicación importante entre las distintas partes que componen esta tarta: el consorcio, ACM y la Federación de Vela de la Comunidad Valenciana y el Club Náutico de Valencia, que están bastante al margen. Esto no deja de ser una regata y hubiera sido bueno que la Secretaría Autonómica del Deporte, la Federación de Vela y los clubes participaran.

P. ¿Las escuelas de vela se van a beneficiar?

R. Nos hizo una ilusión bárbara cuando el presidente Camps anunció la creación de nuevas escuelas. Hay 18 millones de euros sobre el tapete para desarrollar diez o doce escuelas. He visto el informe elaborado por los técnicos de la consejería y estoy muy preocupado de que se decida dónde deben ubicarse las escuelas en base a criterios políticos y no técnicos. Me preocupa tanto como el anuncio que se ha hecho sobre el pailebote de Torrevieja, el Pascual Flores. Cuando todavía no se sabe qué hacer con la goleta Tirant I, que va por ahí perdiendo el tiempo, nos metemos en otro follón. Toman decisiones sin consultar a la federación ni a nadie, y hace falta creer en la sociedad civil.

EN DOS TRAZOS

Manuel González Devesa considera que es uno de los pocos nativos que deben quedar en Dénia, donde nació en 1956. Aunque es profesor de Medicina Patológica en la Universidad de Valencia no ha dejado de vivir en Dénia. Ha sido presidente de la Federación de Vela de la Comunidad Valenciana durante 12 años, cuando lo dejó para presidir el Club Náutico de Dénia, y está muy comprometido con el deporte de la vela, cuyo principal capital considera que son los clubes náuticos, aunque es muy crítico con aquellos que sólo son marinas (atracaderos) camufladas de club náutico y los que actúan como taifas.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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