Una rana con ruedas

El Argo 8×8 es un vehículo asolutamente diferente a todos los demás. Por fuera parece una bañera grande con un capó delante, pero incluye dos filas de asientos y una zona de carga. Y es un todoterreno anfibio que desafía los límites establecidos y permite circular en asfalto y campo, e incluso navegar sobre el agua. Ya está a la venta en España a partir de 12.390 euros y lo comercializa Argo Sport (wwwargosport.es).

Un tanque en pequeño

El Argo 8×8 mide 2,40 metros de largo, 1,46 de ancho y 1,08 de alto, medidas que le otorgan una gran maniobrabilidad y permiten alojar hasta seis pasajeros en tierra y cuatro en navegación. El chasis de vigas de acero va recubierto de poliéster y combina alta resistencia y larga duración. Y la carrocería, de polietileno de alta densidad, no envejece y es muy flexible y resistente. Los únicos mandos son un manillar con dos palancas articuladas y otra a la altura de las rodillas que sale del frontal del salpicadero y sirve para seleccionar la marcha: adelante, atrás, punto muerto y reductora.

El motor es un bicilíndrico de 650cc y origen Kawasaki con 25 CV, y lleva cambio automático por variador, transmisión por cadenas a las ocho ruedas y tracción total permanente. No tiene suspensión, sólo la flexibilidad de sus ruedas de baja presión. Y pesa 465 kilos, aunque puede cargar 726 más e instalar un remolque.

Con esta base es capaz de superar cualquier obstáculo natural. Exige cierto periodo de adaptación, pero la conducción resulta muy divertida. Las ocho ruedas motrices aportan una tracción impresionante en tierra, barro y nieve. Y aunque las prestaciones son modestas (34 km/h. y 4 km/h. en el agua), supera rampas impensables para cualquier otro vehículo. Además puede vadear ríos, navegar e incluso permite instalar un motor fueraborda de 9 CV. También se puede completar con varios accesorios que refuerzan su versatilidad: parabrisas, cabestrante y hasta pala quitanieves.