El Ayuntamiento sortea 744 casas del Plan de Vivienda al que optaban 70.000 personas

Un total de 744 familias disfrutarán por primera vez de una casa de propiedad a partir de finales de este año. Ayer conocieron su futura dirección, algo que no podrán hacer otras casi 70.000 personas que optaron a una de las viviendas ofertadas en el 13º Plan Municipal Primera Vivienda. El concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez, que acompañó a los nuevos propietarios en el sorteo de adjudicación de sus casas, aseguró que sólo 35.000 personas cumplían los requisitos para optar a uno de estos pisos, ubicados en Carabanchel, Usera, Villaverde, Hortaleza y Vallecas.

Muchos nervios entre los nuevos propietarios. Desolación entre las casi 70.000 personas que tendrán que esperar a otra ocasión para conseguir uno de los pisos que oferta el Plan Primera Vivienda del Ayuntamiento, que según el concejal del ramo, Sigfrido Herráez, será de 3.500 viviendas antes de fin de año.

Un sorteo público adjudicó ayer a 744 familias su vivienda exacta, con calle, número y letra. Antes del sorteo, los nervios, las incertidumbres. "¿Dónde estará mi casa?", se preguntaban unos a otros. Tras unos minutos, la respuesta no tardaba en llegar. "Me han concedido un piso de dos habitaciones en la avenida de la Peseta (Carabanchel)", afirmaba orgullosa Elena Díaz, la primera persona en conocer su futura residencia, tan nerviosa, que ni encontraba el DNI con el que acreditar su identidad. "Todavía no sé nada, sólo la dirección. Espero que nos la den cuanto antes", comentaba instantes después con su novio Mario, con el que piensa a irse a vivir.

Para conseguir una de las casas del Plan Municipal de Primera Vivienda, los interesados no podrán ser propietarios de ninguna vivienda protegida, estar empadronados en el municipio de Madrid, al menos desde hace dos años, y tener unos ingresos que superen en 2,5 y que no se excedan de 5,5 veces el salario mínimo interprofesional.

En total se ofrecían 774 casas, 454 de protección pública -en promociones del futuro barrio (PAU) de Carabanchel y en Pradolongo (Usera)-, y 320 de protección pública sobre suelo tasado -situadas en Sanchinarro, en Villaverde y en el ensanche de Vallecas-. "Las familias tendrán sus viviendas por un precio sensiblemente inferior al del mercado", destacó el edil de Vivienda, que anunció a los afortunados compradores, que podrán habitar sus casas a partir de finales de 2004, en unos casos, y a otros para mediados y finales de 2005. "Ojalá estén listas lo antes posible", expresó el concejal, quien lanzó un guiño a los nerviosos afortunados.

Coincidencia afortunada

Para Rosa Narváez, asistenta ecuatoriana y madre de tres hijos de 12 y 10 años y de una bebé de escasos meses, la fortuna se ha aliado con ella con la concesión de uno de los pisos. "Vi una cola de gente muy grande [en la Dirección de Gestión de Viviendas y Patrimonio, en la calle de Palos de la Frontera,Arganzuela], pregunté qué daban. Me dijeron que era para conseguir una casa y me apunté", resume la mujer, que podrán abandonar el piso de dos habitaciones que comparte junto a su esposo e hijos, con otro familiar. "No me gusta vivir con nadie. Además, mis hijas son mujercitas y prefiero que tengamos más intimidad", explicaba la mujer.

Contenta porque va a tener una casa propia, pero desilusionada, por otro lado, estaba Mónica Albarrán, de 27 años, después del sorteo. "Me ha tocado una primera planta, y yo prefería un piso más alto porque tengo miedo a los robos", se lamentaba la mujer, casada y con dos críos, que desde hace tres años lleva intentando conseguir una de las casas que oferta el Consistorio.

Juan Alberto Blanco y su novia, Nuria, jóvenes veintea-ñeros, estaban radiantes después de conseguir su casa en el segundo intento. El año pasado no tuvieron suerte, "pero este año sí". "Con la casa ya tenemos arreglada media vida", decía el joven, técnico de telefonía, después de saber que disfrutará de un piso de 59 metros cuadrados en Carabanchel, por el que pagará unos 78.000 euros.

Sandra Patricia Peláez, de 27 años, lloraba de alegría con su bebé en brazos. "Nos ha tocado la lotería. ¡Somos tan afortunados!", le decía inundada de llanto a su esposo Carlos Mari, que trabaja como conductor de una grúa. El premio, una casa de tres dormitorios en la avenida de la Peseta (Carabanchel).

La adjudicación de las viviendas, también marcará la vida de Amaranta Remón, de 23 años, quien vivirá junto a su novio y su bebé de apenas un año en una nueva casa. "Ahora yo estoy con el niño en casa de mis padres y él con su abuela", explicaba. "Con la casa viviremos, por fin, los tres juntos".