Conde-Pumpido critica el uso de la violencia en la lucha antiterrorista
Pone a los GAL como ejemplo a evitar porque da "justificaciones"
El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, mantuvo ayer que lo peor que puede hacerse en la lucha contra el terrorismo es "responder a la violencia con otra violencia". Puso como ejemplo los GAL y al Batallón Vasco Español, y aseguró que la experiencia española demuestra que eso, "además de éticamente inadmisible, se ha demostrado ineficaz". Aseguró que ese tipo de respuesta es la que está dando Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo en Irak con "las torturas y malos tratos".
Conde-Pumpido fue el tercero en intervenir en un seminario organizado por Baltasar Garzón en El Escorial sobre el terrorismo internacional. Aseguró que España, en su lucha contra ETA, puede dar ejemplo de lo que es eficaz: "Aplicar la ley enérgicamente". Como ejemplo de ello aseguró que el resultado de encarcelar a la Mesa Nacional de HB fue que ETA declaró una tregua. Y que el resultado de la decisión "errónea" del Tribunal Constitucional de excarcelarlos fue que "cuando esos señores volvieron a la calle se acabó la tregua". Frente a la "enérgica aplicación de la ley", el error, a su juicio, son "las excepcionalidades legales", como Guantánamo en Estados Unidos. En España, según Conde-Pumpido, esto está solucionado porque hay un tribunal específico: la Audiencia Nacional.
Antes que Conde-Pumpido, defendieron sus tesis sobre la lucha contra el terrorismo Dominique de Villepin, ministro del Interior francés, y Mariano Rajoy, líder del PP. Villepin criticó el recurso a la guerra para luchar contra el terrorismo en Irak pero no en Afganistán. "Frente al terrorismo, recurrir a la fuerza puede ser necesario, como en Afganistán. Pero en Oriente Medio, marcado por demasiado sufrimiento, violencia y odio, la guerra no era la solución adecuada".
Rajoy, al igual que Conde-Pumpido, defendió aplicar todos los recursos que permite la ley, pero ninguno fuera de la legalidad, para luchar contra el terrorismo. Aseguró que eso, así como entender que "el terrorista no es sólo el que pone las bombas sino también el que le apoya, le da cobertura o le financia", ha funcionado con ETA y funcionará también con el terrorismo islamista.
Rajoy defendió además que la lucha contra este nuevo terrorismo se apoye también en las Fuerzas Armadas. Deberían utilizarse, dijo, en operaciones de desmantelamiento de centros de adiestramiento internacional de terroristas, en operaciones de paz en países en los que la inestabilidad tenga como origen el terrorismo, en mayor coordinación de los servicios de inteligencia civil y militar, en la vigilancia de centros sensibles como las centrales nucleares, en el control de fronteras, y en la prevención de ataques NBQ (es decir, de armas de destrucción masiva).
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