El juez cambia la pena de cárcel por multas al dueño de la pirotecnia de Rafelcofer

El Juzgado de lo Penal número 1 de Gandia ha dictado ya su sentencia sobre el accidente ocurrido el 15 de mayo de 2000 en la pirotecnia de los Hermanos Borredà en Rafelcofer, que causó la muerte a siete personas y heridas a otras nueve. El dictamen, que ya es firme, condena al gerente de la empresa, Vicente Carmelo Borredà, por "siete homicidios imprudentes, cuatro delitos de lesiones imprudentes y un delito contra los derechos de los trabajadores". Ahora bien, el juez considera como atenuante "muy cualificado" los esfuerzos del acusado por reparar el daño, con el pago de la mayoría de indemnizaciones, y "su conformidad" y reconocimiento de los hechos. Por ello ha sustituido las penas privativas de libertad por multas e inhabilitación temporal para el desempeño de su profesión.

La sentencia condena al gerente de la pirotecnia, por cada uno de los homicidios imprudentes, a "nueve meses de prisión", que el juez sustituye por "la multa de 18 meses con cuota diaria de 18 euros" (en total unos 68.000 euros), y "la inhabilitación por un año para el ejercicio profesional". Por cada uno de los cuatro delitos de lesiones imprudentes que se le imputan, asumirá una pena de "arresto de cinco fines de semana e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión por un periodo de seis meses". Por último, condena al acusado a "cuatro meses de prisión", por un delito contra los derechos de los trabajadores, que sustituye por "una multa de ocho meses, con cuota diaria de 18 euros [unos 4.320 euros], y multa de cuatro meses con 18 euros de cuota diaria [unos 2160 euros]", además del pago de las costas procesales.

El juez considera asimismo al acusado y a la aseguradora Relliance National Insurance como "responsable civil directa" y a la pirotecnia Hermanos Borredà, SL, como ""esponsable subsidiario", y les condena al pago de indemnizaciones pendientes (unos 8.300 euros) a varios de los heridos, a propietarios de viviendas que se vieron afectadas por la onda expansiva de la explosión en Rafelcofer, y a dos compañías aseguradoras.

Respecto a las posibles causas del accidente, la sentencia considera "probado" que la empresa presentaba una serie de deficiencias, como almacenamiento "indebido" y "excesivo" de material explosivo en varias casetas. El taller "no se había adaptado al nuevo Reglamento de Explosivos". A ello había que sumar, "la ausencia de Plan de Prevención de Riesgos Laborales", y "la escasa e insuficiente preparación de los trabajadores". Las explosiones en varias casetas causaron la destrucción casi total de la pirotecnia.