"Europa, cuanto más integrada está, más burocrática y más corrupta resulta"

Michael Ancram, responsable de Exteriores tory, es uno de los miembros más europeístas del actual Gobierno en la sombra del Partido Conservador. Sus posiciones en esta entrevista dan una idea cabal del euroescepticismo de los dirigentes tories.

Pregunta. ¿Por qué rechazan la Constitución europea?

Respuesta. Porque una Constitución representa por definición los principios fundamentales por los que se gobierna un país y no creemos que Europa sea o tenga que ser un país; creemos en la asociación de naciones soberanas, creemos que eso exige reglas que dejen claro qué tiene que hacerse a nivel europeo y qué a nivel nacional, pero no necesitamos una Constitución que crea una personalidad legal diferente cuyo destino final es la creación de un país llamado Europa. Nunca hemos creído en ese tipo de Europa. Creo que Blair cree en ella, pero eso no significa que todos los británicos crean en ella.

"No necesitamos una Constitución que forma una personalidad legal diferente cuyo destino final es la creación de un país llamado Europa"

"En estos 30 años hemos ido viendo cómo cada vez se ha ido más poder al centro. Ha llegado la hora de dar la vuelta a ese proceso"

P. ¿Qué objeciones concretas tienen?

R. No nos gusta que haya un presidente ni que haya un ministro de Exteriores, con sus embajadas y embajadores. No es algo natural en un consorcio entre naciones soberanas. No nos gusta la supremacía de la Constitución sobre las leyes nacionales. No nos gusta la manera en que se socava nuestra capacidad de decidir en materia de política de asilo e inmigración. No nos gusta la presión por la coordinación económica porque al final quiere decir impuestos armonizados y eso sería muy dañino para nosotros y para Europa. Una Europa flexible tiene más posibilidades de sobrevivir en el mundo tan fluido en que vivimos.

P. ¿En qué áreas no aceptan ustedes el voto por mayoría cualificada, la desaparición del veto?

R. Lo que decimos es que cuando tendríamos que estar devolviendo poderes a los parlamentos nacionales, la tendencia de esta Constitución, la abolición de más vetos, resta aún más poderes desde los parlamentos nacionales hacia el centro. Y nos gustaría que fuera al revés.

P. Si nos movemos de la ideología al pragmatismo, ¿no es cierto que la mayoría cualificada facilita las reformas que ustedes propugnan en la Europa de los 25, en la que los nuevos socios están más cerca de la visión británica que de la de los fundadores?

R. No, porque lo que queremos es una Europa en la que los países que quieran hacer cosas juntos, las hagan, y los que no quieran no se vean forzados a hacer lo mismo.

P. ¿Qué asuntos han ido muy mal para Gran Bretaña porque les han sido impuestos por mayoría cualificada?

R. No necesariamente por la mayoría cualificada, pero hay cosas que le han ido mal a Gran Bretaña porque le han sido impuestas, como la política de pesca común. La manera en que Europa gasta nuestro dinero en desarrollo es un despilfarro, se podría utilizar mucho mejor desde los Gobiernos nacionales. Hemos tenido que aceptar que este Gobierno renunciara a la cláusula de exclusión del capítulo social, lo que nos ha hecho menos competitivos como nación. La directiva del trabajo a tiempo parcial fue una decisión por mayoría cualificada y nos va a producir enormes problemas. Tenemos intereses comunes, pero sabemos qué es lo mejor para este país. Lo que funciona en España puede no funcionar en Inglaterra y lo que funciona en Inglaterra puede no funcionar en España. Tenemos que ser capaces de tener eso en cuenta y el voto por mayoría cualificada no lo tiene en cuenta.

P. ¿No es contradictorio estar contra la política pesquera común y a favor del mercado único?

R. La realidad es que la política pesquera está destruyendo nuestra industria pesquera.

P. Pero si hay un problema de preservación de caladeros el nivel más lógico es el internacional.

R. O que cada uno pesque en sus aguas, como ocurre en el Mediterráneo. En el Mediterráneo no hay política pesquera común y no hay problemas y en el Atlántico es al revés. Tenemos que ser pragmáticos y realistas. Y lo que no me gusta de la manera de funcionar de Europa es que la realidad no importa: como la política pesquera está en el acervo comunitario hay que mantenerla, aunque no funcione.

P. Al final, ¿cuál es la diferencia entre los conservadores y el Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP)? Ellos dicen que les basta con tener un acuerdo comercial y que no necesitan estar dentro de la UE.

R. Ellos quieren salir de la UE y nosotros no. Queremos formar parte de la UE. Pero nos gustaría desarrollar una estructura diferente basada en la flexibilidad. El UKIP quiere irse de Europa y firmar un acuerdo de libre comercio. No estoy seguro de que eso funcione. Somos europeos y siempre hemos sido un partido de Europa. El único gran partido aquí que ha querido marcharse de Europa ha sido el Laborista, en 1983. Nosotros queremos lograr que Europa funcione. Europa, de momento, cuanto más integrada está, más burocrática y más corrupta resulta.

P. ¿Realmente cree que Europa es burocrática y corrupta?

R. Se está volviendo más burocrática y sabemos que en ciertas circunstancias provoca fraudes y el fraude es el centro de la corrupción. Creo que eso es así porque Europa se está volviendo demasiado introvertida, demasiado centralizada.

P. ¿Por qué cuando hay un problema en Europa se echa la culpa a la UE, pero cuando quiebra Enron nadie culpa al sistema de EE UU? ¿No es una caricatura lo de los problemas de Europa?

R. En un sistema democrático la rendición de cuentas es fundamental para evitar los abusos. El sistema europeo, debido a la centralización, no está sometido a un control suficiente. Por ejemplo, cada vez que ha habido una denuncia por parte de funcionarios de Bruselas, éstos han sido suspendidos.

P. Lo mismo ocurre en el Reino Unido, cuyo cónsul en Bucarest fue suspendido por denunciar un problema de visados.

R. Y podemos pedir cuentas al Gobierno aquí.

P. Pero en ese caso no llegan a la conclusión de que es el sistema británico lo que no funciona.

R. Sí, hemos dicho que el sistema británico sobre inmigración y asilo no es eficiente.

P. Dicen que la política del Gobierno laborista no es eficiente, pero no atacan al sistema británico. Es muy diferente.

R. Aquí, cuando la burocracia genera problemas el Gobierno es responsable de ello. ¿Quién es responsable de la burocracia en Bruselas? ¿A quién hemos votado?

P. ¿Y si hay un problema en el Banco de Inglaterra?

R. Hay una legislación que les obliga a rendir cuentas.

P. También la Comisión Europea. En 1999 dimitió por asuntos de importancia muy menor.

R. El problema es que no puedes ser juez y parte porque siempre juzgarás a tu favor. El sistema en Europa se basa demasiado en dictámenes internos sobre los problemas propios.

P. Por un lado dice que el sistema europeo no está sometido a la necesaria rendición de cuentas, pero ¿apoyaría la elección directa de un Gobierno europeo?

R. Nadie lo ha propuesto y no lo necesitamos. El sistema intergubernamental que tenemos es la mejor manera de hacerlo. Sigo estando a favor del modelo que yo creía que iba a ser Europa cuando nos adherimos, hace muchos años. Una asociación que tiene a los Estados nación en el centro, en la que el control sigue estando en manos de los Estados nación. En estos 30 años hemos ido viendo cómo cada vez se ha ido más poder al centro. Lo que decimos es que ha llegado la hora de dar la vuelta a ese proceso.