Matemáticas

El alemán no es mi fuerte. Dicen que todo es ponerse, pero sólo con oír esos sonidos guturales tan cerrados que parece que te dejas la garganta en el empeño se me quitan las ganas. Pero no me queda otra si quiero seguir el Tour por televisión.

No estoy en el Tour. Estoy en Austria, como hace un año, en una carrera que no es el Tour. Ni yo ni otros de los que aquí están -sin ir más lejos mi amigo y ganador de hoy, Robert Hunter- estamos aquí por gusto. Nos han dejado fuera en nuestros equipos, y como premio de consolación nos mandan aquí para que demostremos lo buenos que somos.

Por lo tanto desde ayer y hasta el sábado llevaré una rutina similar a la de los que están en Francia, así que tendré difícil seguir la carrera. Y si a eso sumamos los problemas de idiomas, pues qué voy a contar (... que ustedes no sepan).

Hoy hemos llegado al hotel justo a tiempo para ver la repetición de la entrada de "los carteros" a la meta. He visto a Armstrong sonriendo, algo difícil de ver desde casa, aunque bien es cierto que en el pelotón lo hace más a menudo. Hincapié -habría que hacerle una estatua- tomaba la última curva celebrando la victoria -supongo- alzando el brazo, y todos sus compañeros -los que habían aguantado el ritmo, claro está- le secundaban armoniosamente. Después he visto a los Phonak en la misma curva un poco más mermados y con caras de esfuerzo, por lo que deduzco que han sido segundos.

Luego he visto algo curioso en el canal austriaco. Un hombre disfrazado de profesor escribía cifras en una pizarra como un profesor de matemáticas cualquiera. (Por cierto, no me vendrían nada mal a mí unas cuantas clases después de la metedura de pata monumental que hice el otro día con "el dos por ciento"). Hasta aquí nada extraño. Pero lo curioso es que sus alumnos eran dos corredores del Tour de un equipo alemán. Yo desde luego no me enteraba de nada, pero por las caras que ponían, aquellos dos no se enteraban de mucho más que yo. Y eso que ellos hablan alemán desde pequeñitos. Y ahora yo pregunto: ¿pero alguien se ha enterado de cómo funciona el sistema ese para adjudicar los tiempos en la crono por equipos? Es verdad que el profesor del canal austriaco tenía pinta de saber de lo que hablaba, pero después de ver a los mentecatos de Gran Hermano -y similares- decir auténticas tonterías sin abandonar un rictus de seriedad, no termino de creerme nada. No me fío mucho de la pose. Aquí -estoy seguro- no se ha enterado nadie de nada.

Pedro Horrillo es corredor del Quick Step.