La ocupación hotelera cayó en Barcelona en el inicio del Fórum

El Fórum de las Culturas no está empujando a los turistas hacia Barcelona, según se infiere de las cifras de ocupación hotelera hechas públicas ayer por el Gremio de Hoteles de Barcelona. En mayo, fecha de inicio de los actos, el número de habitaciones ocupadas cayó el 2,36% con respecto al mismo periodo de 2003. En junio, el incremento fue exiguo: una décima. A juicio de Jordi Clos, presidente del gremio, esa décima hay que apuntársela al Fórum, aunque reconoció en conferencia de prensa la imposibilidad de saber qué parte de los turistas que llegan a Barcelona lo hacen para visitarlo. Sí dejó claro que, de no ser por este acontecimiento, los nuevos hoteles de la avenida Diagonal "habrían tenido un 60% o 70% menos de ocupación".

Paradójicamente, los meses del Fórum han lastrado el crecimiento en la primera mitad del año. Los números desde enero hasta abril han posibilitado que la cifra global del primer semestre sea positiva: la ocupación creció el 1,02% con respecto al mismo periodo de 2003, alcanzando el 74,47% de habitaciones ocupadas.

Hay dos datos que revalorizan este modesto aumento: por una parte, pone fin a la línea descendente de los últimos tres años, y por otra, ha corrido en paralelo al crecimiento de la oferta. Clos desveló que más de 5.000 de las 23.000 habitaciones con las que cuenta la ciudad han aparecido en los últimos tres años, y que hasta 2007 se crearán 5.500 más. El presidente del gremio también afirmó que el precio medio de la habitación ha bajado el 4,3%, "lo que puede no ser bueno desde la óptica empresarial", pero hace "más competitiva" a Barcelona. El grueso del crecimiento, el 6,39%, se concentró en marzo, lo cual se explica por los efectos negativos que tuvo el año pasado el inicio de la guerra de Irak.

El primer teniente de alcalde, Jordi Portabella, aseguró que se ha mejorado mucho en algunas de las quejas recurrentes de los turistas, como son la seguridad y la limpieza. Sobre el top manta o venta ilegal, Portabella reconoció que el consistorio no puede resolverlo por estar "dentro de un contexto económico determinado".